La sequía de dólares en la plaza cambiaria se hizo hoy más notoria, porque las cuevas buscar hacer stocks de divisas y prefieren comprar, a unos 5,50 pesos, antes que vender, para lo cual piden 5,95.

Así, el mercado cambiario está peor que la semana pasada, cuando el gobierno se envalentonó y echó a correr versiones de que lo bajaría a 5,10, para tratar de meter miedo al mercado.

Sin tener especialistas en el tema, la política cambiaria oficial hace agua por todos lados y queda cada vez más claro que la presidenta Cristina Fernández en algún momento, entre acto y acto, deberá atender el tema, porque se están cayendo numerosos negocios ante la imposibilidad de adquirir maquinaria importada -el que más ruido hizo en las últimas semana fue uno que se le cayó a Arcor con España- mientras que hay cientos de miles de inversores y ahorristas medianos endeudados en dólares que van camino de la bancarrota en el mercado inmobiliario.

El gobierno insiste en que el mercado informal no mueve el amperímetro y parece dispuesto a dejar abandonado a su suerte a cientos de miles de argentinos endeudados.

A esta altura, la mayoría de los especialistas sugieren que lo mejor sería devaluar el dólar oficial, a niveles de entre 5 y 5,20 pesos, abrir el grifo para poder comprar divisas y dejar que el mercado se equilibre, por un nivel cercano a 6 pesos puede ser catastrófico.

En las cuevas aseguran que por ahora prefieren sólo comprar y algunos hasta vaticinan más alzas para las próximas semanas, en un escenario caótico y confuso sobre el cual la presidenta parece no saber como actual, más que aplica la controversial política de prohibir.

La Argentina no sólo afrontar una caída en la mayoría de sus indicadores económicos, sino que ahora se introdujo en un túnel cambiario del cual parece le será muy difícil salir. En casas de cambio y banco el dólar "oficial" se vende a 4,50 pesos, pero esa referencia es inservible, porque la AFIP no autoriza ninguna compra.