El gobierno porteño criticó los piquetes que habitantes de la Villa 31 realizaron días atrás, y que se extendieron más de 12 horas el viernes generando caos en la ciudad y que, según establecen los funcionarios, en un país "normal un conflicto político no puede tener de rehenes a las personas".

El ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, sostuvo que esta situación en "un nuevo conflicto con el gobierno nacional" y que se debe logar una solución "entre todos".

"Entre todos tenemos que buscarle una alternativa al corte de calles", señaló el funcionario porteño, al recordar que el piquete se instaló luego de la crisis de 2001 como mecanismo de protesta.

Bullrich definió como "incomprensible" la situación generada por el piquete de la Villa 31 y recordó que los conflictos sociales no se solucionan con ejercicios de reclamos de este tipo que afectan a tantas personas.