El príncipe Harry de Inglaterra pasó un mal momento este sábado en Río de Janeiro cuando un grupo de manifestantes brasileños protestó contra su visita y se solidarizó con la Argentina por el reclamo de la soberanía de las Islas Malvinas.

Con carteles desplegados de "The Malvinas are argentinians", los manifestantes irrumpieron en una carrera atlética que protagonizaba el hermano de William, un evento que tenía el fin de promocionar los Juegos Olímpicos Londres 2012.

El Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos y la Lucha por la Paz (Cebrapaz) fue el que organizó la protesta, por medio de la cual denunció el colonialismo británico.

El mal momento de Harry sucedió en el Aterro de Flamengo, uno de los lugares del trayecto de la carrera y allí le demostraron al príncipe su rechazo a la ocupación de las islas y su apoyo al gobierno argentino, que reclama un diálogo para negociar la soberanía.

El pobre Harry no pega una: el viernes a la noche concurrió la concierto del músico Morrissey donde fue abucheado por los concurrentes.