Ahora cuando un amigo, amiga, familiar o conocido de su esposo/a no le cae bien, piense dos veces en cómo lo trata, dado que puede ser considerado -llegado el caso- una causa de divorcio, de acuerdo a lo que estableció la Cámara Civil de la Capital Federal.

El fallo, inédito en la jurisprudencia argentina, consideró como "injuria grave" que un hombre haya actuado con "conductas pocos comprensivas y falta de delicadeza" para personas que eran más allegadas y del entorno de su ex esposa, quien le inició la causa de divorcio.

Fuentes judiciales indicaron que ese tipo de actitudes sobrepasa "el límite normal de tolerancia y respeto mutuo", al tiempo que responsabilizó a ambos cónyuges por haber finalizado con un trámite de divorcio la relación que sostenían desde hacía tiempo.

Las juezas Zulema Wilde, María del Rosario Mattera y Beatriz Verón de la Sala "J" de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de la Capital Federal, fueron las que emitieron el fallo.

Durante el juicio, la mujer argumentó que su marido no tenía "nada de empatía" con sus amigos y allegados.

La demanda pasó por varias etapas judiciales y en la primera el hombre se vio favorecido, dado que la mujer había sido quien abandonó el hogar conyugal, pero ante las argumentaciones que señalaban la "falta de tolerancia" y el exceso en el "respeto mutuo", las magistradas consideraron que el caso podía encuadrarse en un hecho de "injurias graves".