River y Quilmes plantearon en la previa una final anticipada, y con ese gran clima en el Monumental se jugó un partido que dejó poca tela para cortar desde lo futbolístico al empatar sin goles , pero si abrió mucho espacio para la polémica.

Este resultado dejó a los "millonarios" como líderes del Torneo de la B Nacional y a Quilmes como uno de sus escoltas en un certamen lleno de emoción.

Con estrategias para no sacarse ventajas, más allá de algunas esporádicas jugadas de gol, el pico de tensión llegó al promediar el segundo tiempo cuando Pablo Lunatti no cobró un penal para River tras una falta a Alejandro Domínguez y allí se desató el escándalo.

El "Chori" hizo un evidente gesto de árbitro "comprado" y desde le banco de Quilmes, el entrenador visitante Ricardo Caruso Lombardi, pidió a gritos amonestación para el delantero "millonario".

En ese marco, Matías Almeyda, el DT de River, lo encaró y lo acusó de "botón" a su colega y de allí en mas fue un show vergonzoso de gestos de unos y otros.

Obviamente Caruso, mucho mas histriónico, se ganó el oscar con su imitación de Almeyda y su tics particular de arreglarse su cabello mientras ve el partido.

Lunatti, de muy mala actuación fue salomónico, expulsó a los dos entrenadores y amonestó al "Chori".

El partido no dejó mucha tela para cortar y así Quilmes apeló a recluirse en su campo y al juego brusco, mientras que River mostró su mejor versión cuando la pelota pasó por los jugadores de la línea de ataque.

En la segunda mitad, River tuvo su mejor momento a los 8 minutos, cuando tuvo contra las cuerdas al visitante a base de poner presión en la línea media y buscar el arco de su rival, pero sin claridad final.

Los últimos minutos, tras el incidente con los DT, ambos se mostraron mas reacios a buscar el gol con temor de un error y perder puntos claves, en una situación que marcó como ambos firmaron la igualdad mucho antes del final.