Junto al presidente de la AFA, Julio Grondona, la primera dama Cristina Fernández de
Kirchner presenció y celebró hoy la victoria de la selección argentina sobre Francia, en el Stade de París.

Previamente, la senadora visitó al plantel y el entrenador Alfio basile, un "cabulero" de ley, le pidió que se comprometiera a seguir al equipo en caso de que obtuviera su primer triunfo como seleccionador nacional.

"Si le ganamos a Francia los iré a ver a todos lados donde pueda", respondió la senadora cuando se cruzó en el lobby del hotel parisino con el director técnico argentino.

El triunfo por 1 a 0 ante Francia rompió la racha de dos derrotas consecutivas de los "albicelestes" en esta segunda etapa del "Coco" Basile como entrenador del seleccionado.

"No entiendo de fútbol, les aclaro, pero hoy voy a alentar a la selección en la cancha, como buena argentina; esperemos que podamos romper la mala racha, que venimos teniendo", había dicho Cristina Fernández previo al partido.

Cristina saludó a los jugadores del equipo y se sacó fotos con ellos a la vez que recibió de regalo una camiseta de tamaño "small" con el 10 y su nombre de pila en la espalda y autografiada por los jugadores.

"Lo único que quería era un buzo de la selección para mi hijo (Máximo), y les dije que si no me lo daban no iba a poder entrar a Olivos", explicó la esposa del presidente.

Cristina recordó su pasión futbolera por Gimnasia y Esgrima La Plata, pero reconoció que se cruzó en el hotel con el médico del equipo, Raúl Madero, una de las figuras del Estudiantes multicampeón de la década del sesenta.

"Lo saludé y le conté cómo sufríamos nosotros cuando ellos ganaban todo y nosotros nada. Cuando se entere mi madre (fanática del Lobo) me va a retirar el saludo por este gesto", explicó Cristina.