La gira de la posible candidata presidencial por Francia sigue generando noticias.

La senadora Cristina Kirchner firmó la Convención Internacional para la Protección de las Personas contra las Desapariciones Forzadas. Así Argentina, impulsora del acta junto con Francia, se sumó a los 22 países que deberán apoyar el tratado.

En su discurso, la esposa del Presidente recordó la desaparición de Jorge Julio López, "que había declarado contra uno de los genocidas más terribles", el represor Miguel Etchecolatz. También resaltó la figura de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Cristina Fernández consideró que "deben seguir" los juicios contra los genocidas.

La Argentina, "el segundo laboratorio de ensayo" del Holocausto, da la bienvenida a la Convención Internacional contra la Desaparición Forzada de Personas como un "aporte invalorable a la defensa de la condición humana", dijo la senadora.

En un discurso ofrecido en la sede de la cancillería francesa, donde se firmó la convención ante representantes de 50 países, la legisladora explicó que la Argentina tuvo "el protagonismo triste" de haber sufrido el horror "del terrorismo de Estado".

Durante el acto, la senadora aseguró que, en la actualidad, la defensa de los derechos humanos se había convertido en "uno de los pilares básicos" del gobierno que preside Néstor Kirchner.

Al referirse a los crímenes de la última dictadura militar, Fernández de Kirchner expresó su satisfacción porque "los tres poderes del Estado, junto a una sociedad democrática, han decidido declarar la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y consagrarse a la memoria y el castigo de los culpables".

La firma se llevó a cabo en el marco de la gira por París que emprendió la primera dama, que impulsa su presencia internacional ante una eventual candidatura para las presidenciales de octubre.

La Convención, aprobada por unanimidad el 20 de diciembre de 2.006 por la ONU, es la primera en reconocer la desaparición forzada de personas como delito de lesa humanidad y reafirmar el derecho a la verdad, la reparación y la justicia.

La primera dama firmó el acta en representación del presidente Néstor Kirchner, a través del mecanismo que utiliza la Cancillería denominado "cartas reversales", que posibilita la autorización del mandatario a su esposa para firmar en su nombre. No obstante, Cristina envió el 24 de enero pasado al Senado un pedido de permiso para asumir ese rol en Francia, pero su función fue cuestionada por la oposición por considerar que era anticonstitucional que la senadora cumpliera con una función del Ejecutivo.

Fernández de Kirchner sostuvo que se estaba viviendo "un gran día para la condición humana" y dijo que la enorgullecía que la Argentina, junto a la "hermana" República de Francia, "sean grandes impulsoras" de esta convención.

Asimismo, destacó que asistía "con mucho honor" a este acto de firma, al que consideró "un compromiso institucional, moral, político y generacional".