Un equipo ganador nunca baja la guardia y eso mismo hizo Barcelona, que en el arranque de 2012 se midió ante un rival muy inferior como lo fue Osasuna, por la ida de los octavos de final de la tradicional Copa del Rey, certamen que el año pasado quedó en manos del Real Madrid luego de ganar 1-0 el "derby", en la definición que se desarrolló en Valencia.

El encuentro comenzó derecho para los que comanda "Pep" Guardiola, ya que con un inspirado Cesc Fábregas se fue al descanso con dos goles arriba, lo que ya marcaba que el encuentro iba a volver a ser una pesadilla para el elenco de Pamplona (en la Liga lo goleó por 8 a 0).

Pero en el complemento ingresó Lionel Messi, quien por la mañana había amanecido con fiebre y presentado un estado gripal que lo puso en duda. Igualmente, el entrenador lo sentó en el banco de suplente y lo mandó al campo de juego en el complemento, sin "importarle" demasiado el estado de salud del rosarino.

El delantero se despachó con un doblete para decorar el 4 a 0 final y sellar prácticamente el boleto del elenco “culé” a la próxima instancia, donde seguramente se topará con Real Madrid, que ayer venció 3-2 al Málaga.

El mejor del mundo llegó a los 211 tantos oficiales con la camiseta "blaugrana", de los cuales 19 pertenecen a este tradicional certamen de la Copa del Rey.