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Buenos Aires y otras ciudades, "sitiadas" por la lluvia
La general Paz y varias autopistas quedaron anegadas por la gran cantidad de agua caída en pocos minutos. La temperatura bajó y en la costa también llovió fuerte
26 de enero de 2007
Una típica "lluvia de verano", que cayó con gran intensidad en algunos sectores del área metropolitana, provocó esta tarde anegamientos de calles y avenidas y serias complicaciones en el tránsito vehicular, además de una considerable baja de la temperatura.
Según indicó el pronosticador de turno del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) Jorge Leis a la agencia Noticias Argentinas, se trató de una "tormenta común y normal, con poco viento, que se da en verano".
No obstante, reconoció que en poco tiempo cayó mucha agua, y precusó que en el lapso de una hora las precipitaciones más intensas estuvieron "localizadas" en algunos barrios de la Capital Federal como Belgrano, Núñez, Villa Ortúzar y la zona
de Aeroparque.
Leiz explicó que este tipo de fenómenos naturales "tiene un carácter altamente disperso en esta época del año", y por ese motivo en algunos sectores se registran tormentas y en otro apenas lluvias débiles.
En la avenida General Paz los automovilistas debieron afrontar una complicada circulación, dado que en ambas manos, en algunos sectores, el agua hizo casi imposible el tránsito.
A la altura de la avenida San Martín, la avenida General Paz se hizo intransitable para algunos vehículos, en especial para los de porte mediano y chico.
Algunos automovilistas optaron por descender de su rodado y esperar a que el agua bajara, pese a que los vehículos de mayor porte continuaron su camino, haciendo
"olas" en las aguas estancadas.
La fuerte precipitación se registró durante el lapso de una hora, en el cual algunas casas particulares también sufrieron la fuerza del agua, con anegamientos de desagües y de patios.
Tras la tormenta, y como si nada hubiera pasado, el sol apareció entre nubes que hicieron olvidar la lluvia caída, y el paisaje urbano se maquilló con un impactante arco iris.
Previo a toda esta variación climática, la jornada fue netamente calurosa, con una máxima de 29,1 grados a las 15:00, marca que por obra y gracia de la tormenta estival bajó hasta alrededor de 22 grados cerca de las 18:00.
No obstante, el SMN prevé que las lluvias podrían extenderse -de manera esporádica- hasta la madrugada, aunque se estima que el sábado amanecerá despejado.
Ayudado por un viento fuerte del sector sur, el sábado la temperatura oscilará entre los 18 y 28 grados, y al igual que el domingo será una jornada apacible.
Según indicó el pronosticador de turno del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) Jorge Leis a la agencia Noticias Argentinas, se trató de una "tormenta común y normal, con poco viento, que se da en verano".
No obstante, reconoció que en poco tiempo cayó mucha agua, y precusó que en el lapso de una hora las precipitaciones más intensas estuvieron "localizadas" en algunos barrios de la Capital Federal como Belgrano, Núñez, Villa Ortúzar y la zona
de Aeroparque.
Leiz explicó que este tipo de fenómenos naturales "tiene un carácter altamente disperso en esta época del año", y por ese motivo en algunos sectores se registran tormentas y en otro apenas lluvias débiles.
En la avenida General Paz los automovilistas debieron afrontar una complicada circulación, dado que en ambas manos, en algunos sectores, el agua hizo casi imposible el tránsito.
A la altura de la avenida San Martín, la avenida General Paz se hizo intransitable para algunos vehículos, en especial para los de porte mediano y chico.
Algunos automovilistas optaron por descender de su rodado y esperar a que el agua bajara, pese a que los vehículos de mayor porte continuaron su camino, haciendo
"olas" en las aguas estancadas.
La fuerte precipitación se registró durante el lapso de una hora, en el cual algunas casas particulares también sufrieron la fuerza del agua, con anegamientos de desagües y de patios.
Tras la tormenta, y como si nada hubiera pasado, el sol apareció entre nubes que hicieron olvidar la lluvia caída, y el paisaje urbano se maquilló con un impactante arco iris.
Previo a toda esta variación climática, la jornada fue netamente calurosa, con una máxima de 29,1 grados a las 15:00, marca que por obra y gracia de la tormenta estival bajó hasta alrededor de 22 grados cerca de las 18:00.
No obstante, el SMN prevé que las lluvias podrían extenderse -de manera esporádica- hasta la madrugada, aunque se estima que el sábado amanecerá despejado.
Ayudado por un viento fuerte del sector sur, el sábado la temperatura oscilará entre los 18 y 28 grados, y al igual que el domingo será una jornada apacible.