La canciller alemana, Angela Merkel, rechazó tajantemente todas las especulaciones que apuntan a la quiebra de Grecia al afirmar que "lo que menos necesitamos ahora es intranquilidad en los mercados financieros. La inseguridad ya es suficientemente grande".

Merkel hizo hincapié en que con el euro se decide el futuro de Europa y destacó que, "por eso, todos debemos medir cuidadosamente las palabras que empleamos". En ese sentido, llamó a utilizar el sentido común y dijo que "la mitad de la política económica y financiera es psicología".

De esta manera, Merkel toma distancia del ministro de Economía y vicecanciller Philipp Rösler, del partido liberal (FDP), que desde hace días pide tomar en cuenta una insolvencia ordenada de Grecia.

"Creo que le hacemos un gran favor a Grecia si dejamos de especular y damos fuerza al país para cumplir los compromisos que ha adoptado", agregó la canciller.

En opinión de la líder democristiana, es necesario "hacer todo lo posible por mantener la unidad política de la zona euro" porque de lo contrario, "puede producirse rápidamente un efecto dominó".

En ese sentido, instó a evitar "todos los procesos incontrolados" en la Eurozona para garantizar la estabilidad de la moneda única. "El primer objetivo es evitar una insolvencia incontrolada porque eso no sólo afectaría a Grecia, sino que con ello aumentaría el peligro para muchos otros países", continuó.

Antes de que lo hiciese la canciller, su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, había rechazado las propuestas de Rösler, ideas que según él, siembran aún más nerviosismo en los mercados.

Según el semanario alemán "Der Spiegel", Schäuble quiere estar preparado para una posible quiebra griega y ordenó a su equipo estudiar los escenarios en que podría darse, así como las herramientas necesarias para limitar sus efectos.