La fecha elegida por la red terrorista comandada por Osama Bin Laden no fue aleatoria ya que el 11 de septiembre se escribe en forma numérica en los Estados Unidos como 9/11, dado que sitúan primero el mes y luego el día.

Ese número de tres cifras que se desprende de la fecha es el teléfono al que los norteamericanos deben llamar en caso de emergencia.

Por el ataque de Al Qaeda a las Torres Gemelas murieron 2.973 personas, incluyendo las 246 que murieron en los cuatro aviones que los talibanes secuestraron para llevar adelante la masacre y las 125 que lo hicieron en el Pentágono.

Los objetivos eran 4, pero uno permanecerá desconocido dado que los pasajeros del vuelo lograron detener el ataque al luchar con los secuestradores y entregar sus vidas.

Fueron tres los edificios del centro económico norteamericano que colapsaron. La Torre Sur estuvo en llamas durante 56 minutos por el impacto del vuelo 175 de American Airlines. La Torre Norte sufrió el calor del fuego por 102 minutos.

En las Torres Gemelas cada día trabajaban 50.000 personas; además, eran visitadas por cerca de 140.000 turistas que quedaban absortos ante la altura y la magnificencia de las construcciones, que supieron ser las más altas del mundo.

Las pérdidas por propiedades superaron los 21.000 millones de dólares. Las de las compañías de seguros habrían alcanzado los 50.000 millones. Luego de los terribles atentados, en Manhattan se perdieron cerca de 100.000 puestos de trabajo, cifra que llegó en 2008 hasta los 1,8 millones de empleos.

El gobierno de los Estados Unidos invirtió más de 1.000 millones de dólares por mes en gastos militares para combatir el terrorismo.