Ellas son las que sufren más por el desempleo y la brecha salarial. Las mujeres van a tener que esperar 98 años para ver sus salarios finalmente equiparados
El sector de la sociedad que más está sufriendo la crisis económica europea es el femenino. Ellas son las que sufren más por el desempleo y la brecha salarial.
A pesar de toda la legislación pasada en las últimas cuatro décadas para evitar la discriminación sexual, tanto en cifras de desempleo como en términos de diferencia salarial, son las mujeres las que están pagando los platos rotos del ajuste presupuestario internacional.
La crisis actual marca, así, un cambio drástico de tendencia con respecto a las registradas desde la década del 80, ya que de todas ellas las mujeres salieron en gran medida ilesas y, en algunos casos, hasta favorecidas.
Sólo basta con recordar, si no, la historia de aquellos ex obreros metalúrgicos de la película Full Monty que salieron a ganarse un desesperado sustento convirtiéndose en bailarines de striptease para satisfacer la creciente demanda de una audiencia de lascivas trabajadoras.
Ahora, en cambio, la tasa de desempleo femenino en los 27 países de la Unión Europea supera al masculino (9,7 por ciento frente a un 9,3% entre los hombres).
España encabeza la lista de países con el mayor número de mujeres en busca de trabajo (el 21,5% frente al 20,9% de los hombres).
Las cosas no son mucho mejores en Francia (el 10,8% frente al 9%) y tampoco en Italia (el 9,3% contra el 7,2%). La tendencia sólo va a la inversa en
Alemania (el 5,9% contra el 6,2%) y en los países escandinavos como Suecia (el 7,1 % contra el 7,6%) y Finlandia (el 7,2% contra el 8,5%).
En Gran Bretaña, 1,05 millones del total de 2,49 millones de desempleados son mujeres, la cifra más alta registrada desde 1988, es decir, durante el período más duro de la austera administración de Margaret Thatcher.
Y ninguna clase social ha logrado librarse de la mala racha. Según un informe del Chartered Institute of Management (CMI), tan sólo en Escocia, la proporción de ejecutivas que perdieron sus empleos durante el último año fue cinco veces mayor que la de sus colegas masculinos (el 2,9% frente al 0,6%).
En términos de salarios, una ejecutiva británica está ganando hasta un 30 por ciento menos que sus colegas varones. El salario promedio anual de los directivos de empresas es de 68.800 dólares, mientras que sus pares femeninas cobran unos 51.700 dólares.
Peor aún, el CMI estima que, al ritmo actual, las mujeres van a tener que esperar casi un siglo (98 años) para ver sus salarios finalmente equiparados.
¿Cómo se explica esta situación? Cuando se trata de desempleo, Ian Brinkley, director del centro de estudios laborales The Work Foundation (La Fundación del Trabajo), estima que las mujeres han quedado atrapadas por la combinación de dos fenómenos adversos.
"La reducción de los puestos de trabajo en el sector público y en el bancario, así como la lentitud del crecimiento en las áreas del comercio minorista y de la hospitalidad perjudican especialmente a las mujeres, porque es en esas áreas donde tradicionalmente siempre fueron empleadas. Los hombres, en cambio, se están viendo beneficiados por la mejoría experimentada por los sectores manufactureros, de alta tecnología y de servicios profesionales, donde ellos suelen ser más numerosos", sostuvo Brinkley.
La escasez de empleos de medio tiempo también golpea con más fuerza a las mujeres, porque un 40 por ciento de ellas siempre trabajó part-time frente a un 11 por ciento de los hombres.