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Los K suman tercera derrota seguida en menos de un mes
El triunfo de Macri en el balotaje porteño se suma al revés sufrido por Filmus en la primera vuelta y al fuerte golpe que registró Rossi en Santa Fe
31 de julio de 2011
No será un mes más para para el kirchnerismo.
Con el previsible pero no por eso menos duro revés en el balotaje porteño, el kirchnerismo sufrió su tercera derrota consecutiva tras una serie de triunfos con la que había buscado fijar la imagen de un triunfo inevitablemente holgado en las elecciones nacionales.
Hasta junio, los candidatos kirchneristas habían conseguido quedarse con las gobernaciones en Catamarca, La Rioja y Misiones. En Salta había sido reelegido Juan Manuel Urtubey, quien, aún con algunas críticas, siempre se mantuvo en el oficialismo K. Y en Neuquén volvió a ganar el Movimiento Popular Neuquino, un aliado del Gobierno.
En Tierra del Fuego logró la reelección la ex arista Fabiana Ríos, quien aclaró que no es kirchnerista –de hecho, venció a la candidata del Gobierno- aunque tiene una relación cercana con la Rosada. Y en Chubut, luego de que volvieran a votar un puñado de mesas, el dasnevista Martín Buzzi derrotó a Carlos Eliceche, que iba como candidato K.
Hasta entonces, ya fuera por los cómodos triunfos propios, las victorias de aliados e incluso por el susto que Eliceche le hizo pasar a Buzzi en Chubut, el oficialismo venía dando por descontado un triunfo cómodo de Cristina en octubre –y en las internas de agosto- y tratando abiertamente de que esa idea se asentara más allá de las fronteras del kirchnerismo.
Pero en el segundo fin de semana de julio llegó el primer revés: el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, quedó al borde de ser reelegido en la primera vuelta y le sacó al ex ministro de Educación, Daniel Filmus, 19 puntos de ventaja. El domingo pasado, el diputado Agustín Rossi vio desaparecer sus aspiraciones a ser gobernador de Santa Fe derrotado no solo por el socialista Antonio Bonfatti, el delfín del gobernador saliente Hermes Binner, sino también, y por mucha ventaja, por el humorista Miguel del Sel. Y hoy Macri volvió a derrotar a Filmus por una cómoda ventaja.
A esos reveses se suma el hecho de que el domingo próximo la Casa Rosada no tendrá un candidato propio en Córdoba. Allí la gobernación se dirimirá entre el radical Oscar Aguad, Luis Juez –alineado con la candidatura presidencial de Binner- y el peronista José Manuel de la Sota, que mantuvo una disputa pública con el Gobierno tras desobedecer las órdenes K para la conformación de las listas en la provincia.
Así, el kirchnerismo llegará a las internas abiertas y obligatorias del 14 de agosto precedido no de los triunfos holgados que hilvanó en las primeras elecciones del año sino por los traspiés que sufrió en tres de los cuatro mayores distritos electorales del país y que la oposición viene tratando de capitalizar mostrándose sin pudor del lado de los vencedores.
Con el previsible pero no por eso menos duro revés en el balotaje porteño, el kirchnerismo sufrió su tercera derrota consecutiva tras una serie de triunfos con la que había buscado fijar la imagen de un triunfo inevitablemente holgado en las elecciones nacionales.
Hasta junio, los candidatos kirchneristas habían conseguido quedarse con las gobernaciones en Catamarca, La Rioja y Misiones. En Salta había sido reelegido Juan Manuel Urtubey, quien, aún con algunas críticas, siempre se mantuvo en el oficialismo K. Y en Neuquén volvió a ganar el Movimiento Popular Neuquino, un aliado del Gobierno.
En Tierra del Fuego logró la reelección la ex arista Fabiana Ríos, quien aclaró que no es kirchnerista –de hecho, venció a la candidata del Gobierno- aunque tiene una relación cercana con la Rosada. Y en Chubut, luego de que volvieran a votar un puñado de mesas, el dasnevista Martín Buzzi derrotó a Carlos Eliceche, que iba como candidato K.
Hasta entonces, ya fuera por los cómodos triunfos propios, las victorias de aliados e incluso por el susto que Eliceche le hizo pasar a Buzzi en Chubut, el oficialismo venía dando por descontado un triunfo cómodo de Cristina en octubre –y en las internas de agosto- y tratando abiertamente de que esa idea se asentara más allá de las fronteras del kirchnerismo.
Pero en el segundo fin de semana de julio llegó el primer revés: el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, quedó al borde de ser reelegido en la primera vuelta y le sacó al ex ministro de Educación, Daniel Filmus, 19 puntos de ventaja. El domingo pasado, el diputado Agustín Rossi vio desaparecer sus aspiraciones a ser gobernador de Santa Fe derrotado no solo por el socialista Antonio Bonfatti, el delfín del gobernador saliente Hermes Binner, sino también, y por mucha ventaja, por el humorista Miguel del Sel. Y hoy Macri volvió a derrotar a Filmus por una cómoda ventaja.
A esos reveses se suma el hecho de que el domingo próximo la Casa Rosada no tendrá un candidato propio en Córdoba. Allí la gobernación se dirimirá entre el radical Oscar Aguad, Luis Juez –alineado con la candidatura presidencial de Binner- y el peronista José Manuel de la Sota, que mantuvo una disputa pública con el Gobierno tras desobedecer las órdenes K para la conformación de las listas en la provincia.
Así, el kirchnerismo llegará a las internas abiertas y obligatorias del 14 de agosto precedido no de los triunfos holgados que hilvanó en las primeras elecciones del año sino por los traspiés que sufrió en tres de los cuatro mayores distritos electorales del país y que la oposición viene tratando de capitalizar mostrándose sin pudor del lado de los vencedores.