La presidenta Cristina Fernández se comunicó con la nueva titular del FMI, Christine Lagarde, aunque no trascendieron detalles de la conversación, que se habría producido la semana pasada.

"Hubo una conversación telefónica entre ambas", respondió David Hawley, asesor del departamento de Relaciones Públicas del Fondo Monetario Internacional desde Washington ante la pregunta de ambito.com sobre si ese diálogo había existido.

Tal vez para no ofuscar a la siempre sensible Casa Rosada, el funcionario intentó minimizar la importancia de este dialogo al señalar que "es habitual que existan este tipo de conversaciones entre la titular del organismo y los presidentes de los países y agregó que no tenía detalles de lo conversado".

Aunque no logró convencer ya que otro periodista desde Washington insistió en saber el contenido del dialogo. Hawley volvió a ratificar que no tenía detalles para informar respecto a los temas que trataron Cristina de Kirchner y Christine Lagarde.

La semana pasada el diario La Nación mencionó que la presidente Cristina de Kirchner se había comunicado con la nueva titular del FMI, Christine Lagarde dato que no fue confirmado ni por el Gobierno nacional ni por las autoridades del organismo multilateral.

Si bien no se pudo conocer de qué hablaron ambas Cristinas se puede inferir que el diálogo seguramente tuvo que ver con el incumplimiento de la Argentina en permitir que el FMI puede llevar a cabo la tradicional revisión contemplada en el Articulo IV que no se realiza desde el 2006.

Otro de los temas que es probable que hayan abordado es la falta de confiabilidad en algunas estadísticas del INDEC. Al respecto, ante este problema el FMI ha tenido una actitud bastante tolerante aunque admite que existen críticas sobre las estadísticas oficiales. De hecho hace ya varios años en su tradicional informe del Panorama Económico Mundial (WEO) en los datos referidos a Inflación y PBI de Argentina, el Fondo manifiesta sus dudas acerca de la confiabilidad de los datos al señalar con una llamada que: "analistas privados estiman que la inflación medida por los precios al consumidor ha sido considerablemente mayor que las estimaciones oficiales desde 2007".

A esta aclaración que se venía reiterando en los WEO anteriores, se agregó este año que, "las autoridades argentinas han anunciado que están desarrollando un índice nacional de precios al consumidor para reemplazar el índice del Gran Buenos Aires, actualmente en uso. A requerimiento de las autoridades, el FMI esta proveyendo asistencia técnica en este esfuerzo".

Sin embargo, el 13 de julio pasado, y seguramente producto del dialogo que mantuvieron Lagarde y la jefa de Estado el Fondo dio a conocer un comunicado donde se indicó que el Directorio analizó la situación de las estadísticas argentinas. El escueto comunicado menciona específicamente las obligaciones de los países miembros de "reportar información correcta al Fondo Monetario Internacional (FMI)". Asimismo, hace referencia a un "informe presentado por la Gerencia del FMI acerca de la calidad de la información oficial reportada por Argentina sobre el Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires (IPC-GBA) y el Producto Bruto Interno (PBI)".

A continuación el directorio señala que celebra el acuerdo que llevara a cabo las autoridades argentinas para "trabajar estrechamente con el personal técnico del FMI para mejorar la calidad de los datos reportados por Argentina sobre el IPC-GBA y el PBI". Resultó llamativo que el comunicado hiciera referencia al IPC pues siempre, tanto el gobierno nacional como el organismo, se referían a la confección de un nuevo índice Nacional de Precios". En esta oportunidad, sin embargo, el comunicado habla específicamente del problema con el actual Índice de Precios al Consumidor y también hace mención al PBI.

De acuerdo a fuentes consultadas en Washington existían mucha presión de algunos países para que Argentina finalmente regularice sus estadísticas ya que resulta poco serio para el FMI continuar poniendo un "asterisco" para "cubrirse" respecto a la confiabilidad de los datos económicos de la Argentina contenidos en el Panorama Económico Mundial (WEO) que elabora el Fondo.

Además, comentan, en momentos que toda la atención esta puesta en la crisis de Grecia y se recuerdan constantemente que este país "adulteró" sus datos macroeconómicos -la nueva titular del FMI habría insistido en la necesidad de clarificar las sospechas de las estadísticas de Argentina. Este habría sido uno de los temas que Lagarde le habría comentado a la Presidente.

La buena relación entre Argentina y el FMI continua como en los tiempos de Dominique Strauss Kahnn ya que el directorio del FMI concedió a la Argentina 6 meses para "se implementen las medidas apropiadas en base a las conversaciones que las autoridades están sosteniendo con el personal técnico del FM" es decir que el gobierno logró que en un año electoral, la voz del FMI no se levante contra Argentina.