Carlos Tevez lo hizo sin querer, pero el efecto es inmejorable: en el último día del Padre, el pasado 19 de junio, decoró el frente de su casa en las afueras de Buenos Aires, con banderas de Argentina y globos con los colores celeste y blanco.

El buen cuidado de la decoración se mantiene hoy a dos semanas de ese festejo y es lo primero que ven cada mañana cuando se despiertan los jugadores del seleccionado brasileño.

Sucede que la casa de el “Apache”, adquirida hace poco meses para rearmar su historia familiar con su esposa, madre de sus hijas, esta en el exclusivo barrio de Los Cardales y queda justo frente al hotel de campo cinco estrellas donde se concentran los brasileños.

Este hecho desató las bromas y cargadas entre los periodistas brasileños, los jugadores del campeón de América y los empleados argentinos del hotel que aumenta a diario la clásica rivalidad.

Desde el corazón de Brasil , donde Tevez es un ídolo tras su excelente paso por el Corinthians donde fue campeón junto a Javier Mascherano, este hecho “casual” no duele y permite el comentario por lo bajo de un periodista hincha de ese equipo: “A Carlitos se le perdona todo, inclusive esto”.