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El día que Dios puso la mano y fue vengador a pura gambeta
Un cuarto de siglo pasó de una jornada memorable del fútbol. La tarde del gol con la mano de Diego a los ingleses y el tanto más bello de la historia mundial
22 de junio de 2011
Por Roberto Aguirre Blanco
“Ahora siento que puedo decir algo que no pude decir entonces. Entonces lo llamé “la mano de Dios”. No fue la mano de Dios, fue la mano de Diego Y me sentí como si estuviera robando a los ingleses”.
La confesión de parte, muchos años después de Diego Maradona, el vengador rebelde del selecccionado de argentina en el partido del mundial de 1986 ante Inglaterra, pinta de exacto color el significado que tuvo ese triunfo en la historia deportiva y cultural del país.
Una semana antes de la gloria del segundo título mundial para los "albicelestes", aún con el olor a pólvora y frustración de la gesta de Malvinas, en un campo de fútbol, el deporte se asociaba a la historia reciente de ambos países y enfrentaba, en un choque intenso a la Argentina e Inglaterra.
Fue la tarde de los iconos mayores del fútbol moderno: la jugada más "picara" que se denominó "la mano de Diós" y tras cartón el gol mas precioso de la historia de los mundiales: ambas historia con un mismo protagonista, el Diego.
El 22 de junio de 1986, el mundo fue testigo de dos goles que quedarían para el recuerdo y uno de ellos se catalogó como el mejor en la historia de los mundiales
Un cuarto de siglo ya pasaron de aquel encuentro entre Argentina e Inglaterra, en los cuartos de final del segundo Mundial que organizaba México, 16 años después del que montó en 1970 y que fue ganado por el Brasil de Pelé.
La primera obra maestra de Maradona sucedió en el minuto 51 del encuentro al buscar el esférico en el área y delante del arquero inglés Peter Shilton.
El astro argentino logró saltar y con la mano izquierda en puño golpeó el balón para empujarlo al fondo de la red y a pesar del reclamo del combinado británico el gol fue validado.
Los más de 100 mil espectadores que llenaron el estadio presenciaron el gol de "la mano de Dios" como lo definiría posteriormente Diego Maradona, para hacer alusión a la jugada que efectivamente marcó con la mano, pero minutos más tarde se reivindicaría de su gol “ilícito” al marcar otro que será recordado por siempre.
Argentina ganaba 1-0 a Inglaterra con una diana que había levantado polémica: Maradona en el minuto 55 demostró ser el mejor jugador del momento al marcar el “Gol del siglo”.
Héctor Enrique, a 10 metros de la línea del centro del campo pasó la pelota a Maradona para que comenzara el recorrido de 60 metros, en la carrera dejó regados a los ingleses Hoddle, Reid, Sansom, Butcher y Fenwick y casi cayéndose batió al arquero Peter Shilton para el 2-0. Sólo 10 segundos duró la jugada que protagonizó Maradona.
A aún hoy, a 25 años, verlo y escuchar su relato, eriza la piel de un país que retiene en sus recuerdo la hazaña del "Diez" y una venganza consumada de astro contra la sed de venganza más allá de los límites del campo de juego
El inglés Gary Lineker (81) puso el 2-1, pero no evitó que Inglaterra cayera en cuartos de final ante Argentina que llegaría a la final de México 1986 y donde conseguiría su segundo título mundial ante Alemania 3-2.
Diego Maradona fue nombrado mejor jugador del torneo, anotó cinco goles, fue la estrella del olimpo futbolístico y el capitán de un equipo que hace 25 años reivindicó la memoria colectiva de un país herido.
“Ahora siento que puedo decir algo que no pude decir entonces. Entonces lo llamé “la mano de Dios”. No fue la mano de Dios, fue la mano de Diego Y me sentí como si estuviera robando a los ingleses”.
La confesión de parte, muchos años después de Diego Maradona, el vengador rebelde del selecccionado de argentina en el partido del mundial de 1986 ante Inglaterra, pinta de exacto color el significado que tuvo ese triunfo en la historia deportiva y cultural del país.
Una semana antes de la gloria del segundo título mundial para los "albicelestes", aún con el olor a pólvora y frustración de la gesta de Malvinas, en un campo de fútbol, el deporte se asociaba a la historia reciente de ambos países y enfrentaba, en un choque intenso a la Argentina e Inglaterra.
Fue la tarde de los iconos mayores del fútbol moderno: la jugada más "picara" que se denominó "la mano de Diós" y tras cartón el gol mas precioso de la historia de los mundiales: ambas historia con un mismo protagonista, el Diego.
El 22 de junio de 1986, el mundo fue testigo de dos goles que quedarían para el recuerdo y uno de ellos se catalogó como el mejor en la historia de los mundiales
Un cuarto de siglo ya pasaron de aquel encuentro entre Argentina e Inglaterra, en los cuartos de final del segundo Mundial que organizaba México, 16 años después del que montó en 1970 y que fue ganado por el Brasil de Pelé.
La primera obra maestra de Maradona sucedió en el minuto 51 del encuentro al buscar el esférico en el área y delante del arquero inglés Peter Shilton.
El astro argentino logró saltar y con la mano izquierda en puño golpeó el balón para empujarlo al fondo de la red y a pesar del reclamo del combinado británico el gol fue validado.
Los más de 100 mil espectadores que llenaron el estadio presenciaron el gol de "la mano de Dios" como lo definiría posteriormente Diego Maradona, para hacer alusión a la jugada que efectivamente marcó con la mano, pero minutos más tarde se reivindicaría de su gol “ilícito” al marcar otro que será recordado por siempre.
Argentina ganaba 1-0 a Inglaterra con una diana que había levantado polémica: Maradona en el minuto 55 demostró ser el mejor jugador del momento al marcar el “Gol del siglo”.
Héctor Enrique, a 10 metros de la línea del centro del campo pasó la pelota a Maradona para que comenzara el recorrido de 60 metros, en la carrera dejó regados a los ingleses Hoddle, Reid, Sansom, Butcher y Fenwick y casi cayéndose batió al arquero Peter Shilton para el 2-0. Sólo 10 segundos duró la jugada que protagonizó Maradona.
A aún hoy, a 25 años, verlo y escuchar su relato, eriza la piel de un país que retiene en sus recuerdo la hazaña del "Diez" y una venganza consumada de astro contra la sed de venganza más allá de los límites del campo de juego
El inglés Gary Lineker (81) puso el 2-1, pero no evitó que Inglaterra cayera en cuartos de final ante Argentina que llegaría a la final de México 1986 y donde conseguiría su segundo título mundial ante Alemania 3-2.
Diego Maradona fue nombrado mejor jugador del torneo, anotó cinco goles, fue la estrella del olimpo futbolístico y el capitán de un equipo que hace 25 años reivindicó la memoria colectiva de un país herido.