El festejo de Ricardo Gareca no es casual. En dos años moldeó con un estilo inteligente y humilde un equipo ganador que se llevó dos títulos Torneo Clausura 2009 y el 2011 además de un subcampeonato (Apertura 2010) y ser protagonista de la Copa Libertadores 2011.

Luego de 14 años como entrenador-- debutó el 13 de julio de 1997 en Independiente-- y tras dirigir en más cinco equipos locales (la mayoría en el Nacional B) y en Colombia y Perú, el Tigre Gareca festejó su segunda corona a nivel local.

El anterior festejo además de Vélez fue en Talleres de Córdoba cuando ganó la Copa Conmebol en 1999 y cosneguir un ascenso a primera división de los cordobeses en la temporada 1997/1998.

En tanto en el fútbol peruano fue campeón del Torneo Apertura 2008 en Universitario de Lima, para completar una curricula muy intereaante a la que le hacía falta el logro local.

Al igual que con Miguel Angel Russo en el torneo Clausura 2005, Vélez fue el club que le permitió a Gareca consagrase por primera vez como campeón del fútbol argentino.

En ese punto el club de Liniers tiene ese sabor de primer paso en festejos que ya lo tuvo con Carlos Bianchi (Clausura 1993) y Osvaldo Piazza (Clausura 1996).

Gareca, tras jugar en Boca, River y en el fútbol colombiano tuvo su paso por Vélez en 1990 y allí, sin estar mas de un año, dejó una huella en la memoria de los hinchas.

En su último año como jugador, en la temporada 1994, fue verdugo de Huracán al integrar el equipo de Independiente que ganó el Torneo Clausura de ese año al vencer al Globo 4 a 0, cuando el equipo de Parque Patricios también llegó puntero a la última fecha.

Ese día en la Doble Visera, el Tigre marcó el cuarto tanto de la goleada, su último gol en el fútbol profesional.