En medio del escándalo por el manejo de fondos públicos en la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo, el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, reiteró su apoyo a Hebe de Bonafini y ratificó que le seguirá girando partidas públicas. "Pongo las manos en el fuego por Hebe", afirmó.

De Vido tomó como personal el posible hecho de corrupción que vincula a la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo ya que la construcción de viviendas pertenece a su área. En este sentido, afirmó que "desde el punto de vista contable está todo en orden y no hay ninguna irregularidad -contestó-. Nuestro vínculo es en realidad con las jurisdicciones, como municipios y provincias, que son las que deben contratar y controlar."

¿Pondría, entonces, las manos en el fuego por Hebe de Bonafini?, le preguntó el diario La Nacion. "Por supuesto. No sólo por Hebe, sino por toda la fundación. Por los demás, por los que circunstancialmente han administrado, no." ¿Habla de Schoklender?, se le insistió. "Ahora salió el nombre de Schoklender, pero son 16 personas las que están involucradas. Las denuncias no deben desmerecer la tarea de esa fundación", concluyó.

El ministro agregó que le había dado "a la Justicia toda la documentación referida al grado de avance de las obras, los pagos realizados y los que resta realizar a medida que se construyan las obras". Se refería al juzgado federal a cargo de Marcelo Martínez de Giorgi, que recibió un requerimiento de instrucción para investigar la responsabilidad de quienes participaron en los contratos del programa. La denuncia original, presentada por un abogado particular, es contra De Vido; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y Hebe de Bonafini.

Con sus declaraciones sobre "los pagos por realizar", De Vido dio entonces a entender que no habrá ningún cambio de actitud en el Gobierno: a pesar de la investigación, los proyectos seguirán su curso.

Consultado sobre el costo de esos planes de vivienda para el Estado, De Vido dijo se trataba de unos 800 millones de pesos, pero instruyó a su vocero a entregar la cifra. Así, horas más tarde, el Ministerio de Planificación informó que el monto comprometido ascenderá a unos 1000 millones cuando se termine el programa, probablemente en el primer trimestre de 2013.

Las construcciones se pagan a las respectivas jurisdicciones contra certificados de obra que emite el Instituto de la Vivienda de cada distrito. En el programa que involucró a Schoklender -que incluye 4541 viviendas y emprendimientos de infraestructura urbana- intervinieron la ciudad de Buenos Aires, las provincias de Río Negro, Chaco, Santiago del Estero y Misiones, y las municipalidades de Tigre, Almirante Brown, Rosario y Bariloche. Son ellos, en cada caso, según la cartera de De Vido, "los que licitan, ejecutan y controlan".

Desde 2008 hasta febrero de este año, último dato disponible en ese ministerio, se han encarado 4541 casas, de las cuales 1432 están terminadas y otras 3109 llegan a un 54% de ejecución y se entregarían este año.