En un clima de inusual tensión política, fracasó en Uruguay el proyecto para dejar sin efecto la ley de amnistía a los militares luego de que el gobernante Frente Amplio (FA) no lograra la mayoría necesaria por la rebeldía de uno de sus legisladores.

Con el argumento de que había que pacificar el país y pasar la página, la ley de Caducidad, también conocida como "ley de impunidad", perdonó crímenes cometidos
por militares y policías durante la última dictadura (1973-1985). La norma fue ratificada luego en dos referendos populares, el último junto con las elecciones de 2009, que llevaron al poder al ex guerrillero tuapamaro José Mujica.

Las derrotas en sendos referendos no convenció al Frente Amplio, que de todas maneras decidió avanzar en la anulación de la norma. Pero tras meses de marchas y contramarchas y más de 14 horas de maratónico debate parlamentario, el FA no logró finalmente los 50 votos necesarios para aprobar la iniciativa, a la que se oponía el presidente Mujica, del mismo partido, y la votación se saldó con un empate 49 a 49.

El diputado oficialista Víctor Semproni defendió su postura en contra del proyecto y se retiró de sala antes de votar, por lo que el FA no tuvo la mayoría.

Los diputados se retiraron del Parlamento en medio del abucheo del público que les gritó "traidores". Algunos miles se habían congregado en las primeras horas de la tarde en los alrededores del palacio legislativo, sede del Congreso, convocados por la central única de trabajadores PIT-CNT en medio de una huelga general parcial de cuatro horas. Otros cientos ingresaron a la sala de sesiones y siguieron el debate.

Los diputados comenzaron a las 15, hora local, el debate sobre la iniciativa que fue modificada en la Cámara Alta y que iba a permitir dejar sin efecto la amnistía a los militares que participaron de la represión ilegal de la última dictadura de ese país.

Semproni poseía el voto clave para lograr la diferencia necesaria y que avance la medida. Pero, tras varias intervenciones de autoridades partidarias, se mostró inflexible en su postura. Y luego ratificar su decisión en el recinto, se retiró para no votar en contra de su bloque.

Incluso, ya había redactado la carta con la que solicitará que lo sometan al tribunal de ética del Frente Amplio. "Pido que se me juzgue dado que incumplí el mandato imperativo de mi fuerza política", señala el texto que le enviará este viernes al presidente de la fuerza, Jorge Brovetto.

Cuando le tocó hablar, el diputado argumentó en contra del proyecto por considerarlo "inconstitucional" -se opone al resultado de dos plesbicitos- y planteó que se reconsidere la derogación de la ley de Caducidad en la Asamblea General mediante un acuerdo interpartidario. La diferencia entre anular y derogar la norma radica en que la última opción no permite abrir los casos ya juzgados.

"No vamos a transitar por el tema de la disciplina partidaria. Con dolor, no lo vamos a hacer porque esto es un tema de conciencia que no podemos eludir", dijo Semproni en su intervención, en referencia a una sugerencia del presidente José Mujica, quien, hablándole directamente en su programa radial, lo llamó a no retirarse de la sala en el momento de la votación y le pidió que acompañe la decisión "a pesar de su discrepancia para mantener la unidad de acción".

"Es de enorme importancia para un gobierno", había afirmado Mujica. "Un país puede tener un gobierno bueno, malo o regular; pero lo peor que le puede pasar es no tener gobierno", añadió. Y lamentó, además, que el Congreso deba resolver sobre "una pésima ley que nunca debió haber existido".

Mujica, sin embargo, había exhortado a cumplir con la disciplina partidaria: "Lo importante es que hay una decisión de la mayoría de la fuerza de gobierno y que debería ser acompañada".

No obstante, con el retiro de Semproni, el oficialismo quedó empatado en cantidad de legisladores con la oposición -49 cada uno-, lo que fue insuficiente para lograr la aprobación.