Unas 49 personas sufrieron quemaduras de distintos grados y otras 55 resultaron con lesiones oculares como consecuencia de los festejos por la llegada del Año Nuevo en la Ciudad de Buenos Aires, informaron fuentes médicas.

Según confirmaron trabajadores de distintos hospitales porteños, la gran mayoría de los heridos ingresó en los centros entre las 0:00 y las 2:00 de la madrugada, principalmente por el mal uso de la pirotecnia y por el impacto de corchos durante el
destape de bebidas.

El hospital de Quemados de la Ciudad atendió a 49 personas en ese lapso de tiempo, entre ellas a una beba de diez meses, quien sufrió quemaduras en su cuerpo a raíz de la explosión de un petardo arrojado por su hermano de nueve años, lo que representó
un fuerte descenso en los número de heridos por esa causa.

El jefe de guardia del día en ese centro de salud explicó que la beba presentó quemaduras graves en el rostro, el torso y los genitales, por lo que debió ser internada, aunque su vida no corría peligro.

La principal causa de ingresos fue "la mala utilización de fuegos articifiales", aunque también se registraron casos de "quemados durante la realización de asados y con caños de escape".

"Si bien los índices de heridos bajaron, la idea es que el número sea cero", señaló el encargado de la guardia en declaraciones televisivas, al tiempo que se manifestó directamente "por la prohibición de la venta de pirotecnia, tanto legal como
ilegal".

En tanto, en el hospital oftalmológico Lagleyze recibieron a 20 pacientes, mientras que el el Santa Lucía atendieron a otros 35.

Un médico de guardia del Santa Luía aseguró que de la totalidad de los pacientes que ingresaron, "seis quedaron internados y tres son quirúrquicos", a raíz de las lesiones oculares con los corchos y la pirotecnia.

"Nuevamente los números de pacientes ingresados por pirotecnia y corchos alcanzan los niveles de años anteriores", explicó el integrante de ese centro de salud, a través de declaraciones radiales.