Un sindicato petrolero bloqueó hoy durante 17 horas refinerías en todo el país a pesar de haberse dictado la conciliación obligatoria, por lo que el Gobierno amenazó con quitarle la personería jurídica y lo forzó a levantar la huelga, en un marco tenso en el que la presidenta Cristina Kirchner exigió que "terminen las extorsiones".

"Cuando a una organización sindical le importa lo que le pasa solamente a sus afiliados toma actitudes que terminan perjudicando a la sociedad. Entonces deja de ser un sindicato para transformarse en una corporación", advirtió la jefa de Estado en
un acto caldeado realizado en José C. Paz.

El paro nacional había sido lanzado a las 00:00 del jueves por tiempo indeterminado, y ponía en riesgo el expendio de combustibles y lubricantes en todo el país dado que bloquea las plantas de Shell, Esso, YPF, Panamerican Energy, Petrobras, Dapsa,
Chevron, Total, Elf y Gulf.

La medida fue puesta en marcha por la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles, que lidera Alberto Roberti, y provocó una fuerte preocupación en los consumidores, por lo que algunos fueron a estaciones de servicio porteñas con
bidones para comprar nafta y gasoil de reserva.

Aunque, en línea con la Presidenta, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, denunció que el paro tenía "una causa política" que lo motivaba y le advirtió al sindicato con que si no retrocedía en la huelga el Gobierno iría a la Justicia para "quitarle la
personería jurídica".

"La conciliación obligatoria que es una norma que rige las relaciones laborales va a ser acatada porque es el espacio necesario para poder intervenir y consensuar. Sino, va a haber sanciones", presionó Tomada y dos horas después, a las 16:30, los
trabajadores levantaron la medida de fuerza.

El gremio reclama un aumento salarial del 36 por ciento y según su secretario adjunto, Luis Chesini, la negociación con las empresas "fracasó rotundamente luego de tres meses de reuniones", porque las compañías "no aceptan el pedido".

Como el paro fue lanzado a pesar de estar vigente la conciliación, Tomada criticó con dureza a la Federación gremial e insinuó que la medida de fuerza podría estar respaldada por el diputado opositor Francisco De Narváez y por el titular de la CGT
Azul y Blanca, Luis Barrionuevo.

En declaraciones a un canal de noticias, Tomada dijo que por su experiencia de ocho años en el cargo no tenía "ninguna duda" de que existían "motivaciones políticas" detrás de la huelga.

El funcionario apuntó contra el titular de la Federación, Alberto Roberti, a quien relacionó políticamente con De Narváez y resaltó que la asociación sindical de segundo grado está encuadrada en "el grupo de (Luis) Barrionuevo", también
de corte opositor.

"No sé, objetivamente (quienes respaldan el paro). Pero Roberti está encuadrado dentro del grupo sindical de Barrionuevo. Oh casualidad. Y Oh casualidad, tenemos a la esposa (Mónica López) trabajando al lado de De Narváez. Son injerencias que se hacen y valen la pena incluir en este momento", afirmó Tomada.

Además, el funcionario aseguró que el gremio "deberá acatar la conciliación obligatoria" dictada por la cartera que preside y advirtió: "Si la Federación de petroleros no cesa con los bloqueos, los vamos a sancionar y vamos a pedir el retiro de la personería gremial".

"Quienes no acaten la conciliación obligatoria van a hacer susceptibles de sanciones, sean empresarios o sindicatos. Y en el caso de la Federación de Petroleros, pretendemos que se desbloqueen las plantas de forma inmediata. Vamos a aplicar
sanciones pecuniarias y vamos a ir a la Justicia a pedir que se le retire la personería gremial", advirtió Tomada.

"La Presidenta (Cristina Kirchner) siempre fue muy clara en este tema. Hace tres meses que viene siguiendo la cuestión y esto ha sido una constante. La conflictividad ya empezó a tener otra subjetividad. Hoy tenemos bloqueadas las refinerías por un
porcentaje para la mutual, es inadmisible", declaró.