Asteriscos.Tv - http://www.asteriscos.tv/
Permalink: http://www.asteriscos.tv/noticia-35352.html
Brasil exige que se elimine el freno a las importaciones
A través de una carta al Gobierno, expresaron públicamente su “fastidio” con Argentina por los problemas para vender en el mercado nacional. Dan plazo hasta el domingo
12 de mayo de 2011
Brasil emplazó a la Argentina para que levante inmediatamente las restricciones aduaneras que traban la entrada de las exportaciones brasileñas.
A través de una carta, el gobierno del Dilma Rousseff detalló a la ministra de Industria, Débora Giorgi, los problemas que encuentran los empresarios de su país para vender en el mercado argentino. Esperan una respuesta hasta el próximo domingo.
En caso negativo, Brasil discutirá el martes próximo la aplicación de represalias, en un encuentro de los siete ministros económicos que integran la Cámara de Exportación.
Es la primera vez que el equipo de Dilma expresa públicamente su “fastidio” con Argentina. Pimentel colocó en forma destacada y en la primera página de su site personal (www.fernandopimentel.com.br), donde figura su agenda oficial, el informe con los detalles del enfrentamiento. El ministro fue explícito: “Le envié una nota a Débora Giorgi donde le relataba la situación. Le pedí, en esa carta, que adopte las medidas necesarias para cumplir lo que combinamos a comienzos del año” indicó.
En febrero último, Pimentel y Giorgi se encontraron en Buenos Aires junto con sus equipos técnicos. La cita fue un éxito, según aclaraban entonces ambos ministros en una conferencia de prensa. Anunciaron que habían creado un grupo bilateral para monitorear las trabas: básicamente, el cumplimiento del plazo máximo de 60 días para que cada gobierno autorice las exportaciones mutuas que no cuenta con permisos automáticos de entrada en los respectivos mercados. El gobierno argentino acababa de ampliar el régimen de licencias no automáticas para varios sectores, pero Giorgi se comprometió públicamente con su colega de Brasil a no afectar la entrada de productos brasileños en el mercado nacional.
Si en aquel momento Pimentel se deshizo en elogios por “las excelentes relaciones comerciales” entre los dos países, ayer se lamentó por la falta de cumplimiento de los compromisos. “Esto no es algo correcto” dijo. Indagado sobre qué tipo de represalias podrá adoptar Brasil, el ministro prefirió la cautela: “ Vamos a esperar hasta el domingo para ver si hay un cambio ”. Consideró que es preciso “dar crédito de confianza al gobierno argentino”, al tiempo que recordó que la balanza comercial bilateral favorece ampliamente a Brasil.
Pero el conflicto ya desbordó los límites del gobierno brasileño. Ahora está en el Congreso. El senador Paulo Paim, del gobernante Partido de los Trabajadores, detalló recientemente ante el plenario de la Cámara Alta las dificultades que enfrentan los productores de calzado brasileño para vender en Argentina. El legislador mostró una nota de la Asociación Brasileña de la Industria del Calzado donde se informaba de los “sucesivos atrasos en la liberación de los permisos de importación de calzados por parte del gobierno argentino”. Según el parlamentario, la situación se agravó al punto tal que habría 865.000 pares de zapatos retenidos por falta de ese permiso, lo que ya produjo perjuicios para 19 empresas del sector.
El senador Paim indicó que la industria de maquinaria agrícola se encuentra con las mismas trabas y reveló que hay 1.200 equipos retenidos cuya exportación a la Argentina ya estaba comprometida.
A estos sectores se deben sumar, según los privados brasileños, equipos de electrónica, computadores, laptop y celulares, además de textiles y electrodomésticos.
A través de una carta, el gobierno del Dilma Rousseff detalló a la ministra de Industria, Débora Giorgi, los problemas que encuentran los empresarios de su país para vender en el mercado argentino. Esperan una respuesta hasta el próximo domingo.
En caso negativo, Brasil discutirá el martes próximo la aplicación de represalias, en un encuentro de los siete ministros económicos que integran la Cámara de Exportación.
Es la primera vez que el equipo de Dilma expresa públicamente su “fastidio” con Argentina. Pimentel colocó en forma destacada y en la primera página de su site personal (www.fernandopimentel.com.br), donde figura su agenda oficial, el informe con los detalles del enfrentamiento. El ministro fue explícito: “Le envié una nota a Débora Giorgi donde le relataba la situación. Le pedí, en esa carta, que adopte las medidas necesarias para cumplir lo que combinamos a comienzos del año” indicó.
En febrero último, Pimentel y Giorgi se encontraron en Buenos Aires junto con sus equipos técnicos. La cita fue un éxito, según aclaraban entonces ambos ministros en una conferencia de prensa. Anunciaron que habían creado un grupo bilateral para monitorear las trabas: básicamente, el cumplimiento del plazo máximo de 60 días para que cada gobierno autorice las exportaciones mutuas que no cuenta con permisos automáticos de entrada en los respectivos mercados. El gobierno argentino acababa de ampliar el régimen de licencias no automáticas para varios sectores, pero Giorgi se comprometió públicamente con su colega de Brasil a no afectar la entrada de productos brasileños en el mercado nacional.
Si en aquel momento Pimentel se deshizo en elogios por “las excelentes relaciones comerciales” entre los dos países, ayer se lamentó por la falta de cumplimiento de los compromisos. “Esto no es algo correcto” dijo. Indagado sobre qué tipo de represalias podrá adoptar Brasil, el ministro prefirió la cautela: “ Vamos a esperar hasta el domingo para ver si hay un cambio ”. Consideró que es preciso “dar crédito de confianza al gobierno argentino”, al tiempo que recordó que la balanza comercial bilateral favorece ampliamente a Brasil.
Pero el conflicto ya desbordó los límites del gobierno brasileño. Ahora está en el Congreso. El senador Paulo Paim, del gobernante Partido de los Trabajadores, detalló recientemente ante el plenario de la Cámara Alta las dificultades que enfrentan los productores de calzado brasileño para vender en Argentina. El legislador mostró una nota de la Asociación Brasileña de la Industria del Calzado donde se informaba de los “sucesivos atrasos en la liberación de los permisos de importación de calzados por parte del gobierno argentino”. Según el parlamentario, la situación se agravó al punto tal que habría 865.000 pares de zapatos retenidos por falta de ese permiso, lo que ya produjo perjuicios para 19 empresas del sector.
El senador Paim indicó que la industria de maquinaria agrícola se encuentra con las mismas trabas y reveló que hay 1.200 equipos retenidos cuya exportación a la Argentina ya estaba comprometida.
A estos sectores se deben sumar, según los privados brasileños, equipos de electrónica, computadores, laptop y celulares, además de textiles y electrodomésticos.