Un terremoto de 7,1 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió este martes las costas de Taiwán, desatando una alerta de tsunami para la costa oriental de Filipinas, justo a dos años del devastador fenómeno que dejó más de 200.000 muertos en el sudeste y el sur asiático.

Según el Centro de Alerta de los geólogos estadounidenses, el sismo se registró a unos 10 kilómetros de profundidad en el mar, frente a las costas de la población de Kao Hsiung. Pese a la magnitud del movimiento, no se reportaron hasta el momento víctimas ni daños materiales en la isla.

El Servicio Geológico de Estados Unidos advirtió que puede producirse un tsunami en la zona que se dirigiría hacia Filipinas, cientos de kilómetros al sur del epicentro del sismo.

El Servicio Meteorológico de Japón informó que el tsunami provocado tiene un metro de altura, pese a lo cual "existe la posibilidad de que sea bastante destructivo". Las primeras olas impactarían en la localidad filipina de Basco.

Sin embargo, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) de España afirmó que ni el Centro Sismológico Euromediterráneo ni el Sistema de Alerta del Pacífico tienen indicios de que el sismo vaya a resultar en un tsunami.