"La principal preocupación es la energía", señala la revista británica The Economist en un artículo publicado hoy en el cual hace un balance de la economía argentina desde la reactivación y donde, pese a destacar el fuerte crecimiento, considera que aún persisten serias dudas sobre el comportamiento a futuro.

"El consumo ha crecido para la inversión ha colapsado. La Argentina ha agotado sus reservas de gas, de un valor de quince años de producción a menos de diez. Fuentes industriales advierten sobre apagones en 2007 si las condiciones climáticas son desfavorables. El temor a los apagones ha suprimido inversiones en negocios intensivos en el uso de la energía, como el acero, aluminio y la industria petroquímica", señala el artículo.

"Otros cuellos de botella harán más difícil sostener el crecimiento, incluso a un ritmo más modesto", advierte.

"La economía todavía se beneficia de la inversión privada en infraestructura realizada bajo la presidencia de Carlos Menem en los 90. Ahora los caminos otra vez vuelve a congestionarse. Hay algunas escaseces de trabajadores calificados, también", apunta.

Lal revista hace un balance de la evolución de la economía desde la caída de Fernando de la Rúa y da cuenta de las divisiones que genera entre los analistas la política económica del presidente Néstor Kirchner.

Apunta que, con un costo "brutal", el colapso de 2001-2002 rebalanceó la economía, y que las políticas aplicadas desde entonces han "sobrecargado" el crecimiento. "Su desventaja obvia es la inflación", concluye.

De cualquier manera, destaca el buen momento por el que atraviesa el consumo, las pequeñas y medianas empresas (pymes) y el turismo, y la caída del desempleo. "La pregunta, como lo ha sido durante los últimos cuatro años, es cuánto tiempo puede continuar el crecimiento", sugiere.

El medio adveite que la fortaleza fiscal se ha debilitado desde la salida de Roberto Lavagna del Palacio de Hacienda: "Algunos gobiernos provinciales ya están incurriendo en déficit", consigna.