Una protesta llevada a cabo en el Centro Cívico de Bariloche terminó con robos, saqueos y la Unidad Regional III de la Policía de Río Negro, envuelta en llamas.

El lamentable hecho se produjo este jueves, cuando las familias de Diego Bonefoi, Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco, asesinados en junio del año pasado, se movilizaron hacia el corazón de la ciudad para protestar contra las autoridades policíales, a quienes responsabilizan de dichas muertes.

En esta ocasión, la manifestación organizada por los familiares junto con la "Agrupación Multisectorial contra la represión policial" generó disturbios y actos de vandalismo desde el inicio y encontró el peor final.

Vecinos de Bariloche denunciaron que, momentos antes del incendio, comenzaron los saqueos en lugares cercanos. Y luego, un grupo reducido atacó la mencionada Unidad Regional, desatando un incendio de gran magnitud dada su estructura de madera.

Los propios manifestantes, según la ANB, impidieron la llegada de la autobomba, permitiendo que el fuego se propagara hasta perder el control.

Por otra parte, hubo vecinos que efectuaron la denuncia a la policía, y según afirman, estos dijeron que "no podían actuar" porque "tienen las manos atadas".

Ayer, a ocho meses de las muertes, el recorrido de los manifestantes comenzó por los tribunales, en donde colocaron fotos de los fallecidos. La situación volvió a desmadrarse "como ocurre cada mes", aseguró un efectivo policial, pero"esta vez fueron más lejos".

"Normalmente rompen vidrios y arrojan piedras, pero ayer "arrojaron elementos con combustible y bombas molotov que incendiaron la comisaría", añadió.

Vecinos y turistas lamentaban lo que evaluaron con tristeza como "la destrucción del patrimonio histórico de todos los argentinos, con total impunidad".