El escándalo por el asesinato de Nora Dalmasso en un country de Río Cuarto sigue teniendo repercusiones impensadas.

Ahora salpicó a uno de los colaboradores del gobernador provincial, José Manuel de la Sota. Se trata del secretario de Seguridad cordobés, Alberto Bertea, quien ayer presentó su renuncia ante la inminente posibilidad de que la Justicia lo convoque como testigo para dar explicaciones sobre lo que hizo la noche del crimen.

Si bien todavía no fue citado formalmente, allegados al ex jefe político de la policía provincial no descartan que se presente hoy ante el fiscal Javier Di Santo, que investiga el homicidio de Dalmasso, integrante de una tradicional familia de esta ciudad, asesinada el 25 del mes último luego de mantener relaciones sexuales consentidas con un supuesto amante.

Con respecto a la investigación del crimen, fuentes judiciales indicaron que las muestras de semen encontradas en el cuerpo de la víctima serán enviadas para un nuevo análisis al Instituto Nacional de Toxicología de Madrid, España, con el fin de determinar el patrón genético del homicida. Los investigadores indicaron que también remitirán otras muestras al laboratorio de la Gendarmería Nacional, luego de que bioquímicos de la Agencia Córdoba Ciencia no pudieran hallar ADN en los fluidos analizados.

La posibilidad de que Bertea fuera convocado para relatar qué ocurrió luego de retirarse del asado que le organizó un grupo de amigos de esta ciudad fue adelantada ayer por La Nacion, luego de la declaración testimonial de más de tres horas de uno de los comensales, el abogado Víctor "Chichilo" Daniele.

La renuncia de Bertea se produjo un día antes de la llegada a esta ciudad del presidente Néstor Kirchner para participar con De la Sota del acto en el que se firmará el decreto de licitación para construir la autopista entre esta ciudad y la capital provincial.

"Motiva mi renuncia el convencimiento de que, con mi alejamiento del cargo, se evitarán los comentarios malintencionados de quienes, por mezquinos intereses, pretenden sospechar que mi desempeño personal y funcional podría entorpecer la investigación y el esclarecimiento de un crimen que enluta a la ciudad de Río Cuarto y la provincia toda", expresó Bertea en la carta dirigida a De la Sota.

Otro de los hechos que provocaron el alejamiento del secretario de Seguridad estaría relacionado con el almuerzo que mantuvo anteayer en un restaurante de la ciudad de Córdoba con el ministro de Seguridad, Sergio Busso, y con el fiscal general de Córdoba, Gustavo Vidal Lascano, el jefe de los fiscales provinciales.

En su misiva, Bertea se refirió a este encuentro: "No podría permitir de ninguna manera que mi permanencia en el cargo sirviera de excusa para quienes pretenden cuestionar la actuación del Ministerio de Seguridad o la policía provincial en el hecho, desconociendo deliberadamente que la misma actúa exclusivamente bajo las órdenes de los fiscales de la causa, esto es, el Poder Judicial".

Bertea fue la segunda víctima política del escándalo provocado por el asesinato de Dalmasso. La primera había sido Marcelo Magnasco, un asesor de Bertea que debió renunciar debido a que habría tenido un borrascoso romance con la víctima.

Magnasco es el único imputado en la causa, ya que se presentó espontáneamente para que le extrajeran muestras de sangre con el fin de comparar su ADN con el patrón genético del semen hallado en la víctima.

Cuando Magnasco se presentó ante la Justicia a raíz de la ola de rumores que lo vinculaban con Dalmasso, declaró que la noche del crimen estuvo en un asado organizado como agasajo a Bertea, amigo y ex socio en un estudio jurídico de esta ciudad.

Según Magnasco, en esa comida, además de Bertea, también estuvieron Daniele, quien se habría retirado a la 1.30 para llevar a sus hijas a la casa de su ex mujer, situada en el mismo country donde vivía la víctima, Ramiro Ferreira y otros tres abogados del foro local.

Precisamente ayer Ferreira se presentó ante el fiscal Di Santo y, al igual que Daniele, declaró durante más de tres horas.