En pleno cruce entre los gobiernos Nacional y de la Ciudad por la toma ilegal del Parque Indoamericano, los vecinos de Villa Lugano denunciaron la ocupación de otro predio en el sur de la Ciudad.

Se trata de la sede deportiva del Club Albariño, ubicado en Avenida Argentina y Santander, y que está tomado desde 2007. A las carpas precarias de los okupas, ahora hay que sumarle las construcciones de material que se levantaron en los últimos meses en el predio.

Una vecina denunció en diálogo con Radio 10 que "los vecinos tenemos miedo" y advirtió sobre un "efecto dominó por la situación del Indoamericano".

El lugar está lindero al asentamiento de Ciudad Oculta y según señaló esta vecinos del barrio esto estuvo organizado: "Se metieron todos juntos a las 12 de la noche y usaron la pared de mi casa para medirse entre ellos" y lotear el predio.

"Anoche fue una toma agresiva, estaban a los tiros, rompieron todas las paredes a mazazos", dijo la mujer quien recordó que no es la primera vez que intentan tomar el lugar.

La mujer señaló que los usurpadores viven en Ciudad Oculta y "ya tienen su vivienda dentro de la villa, producto de otras usurpaciones, pero ellos necesitan que alguien les regale algo".

Uno de los que dirigió la usurpación admitió que son habitantes de la villa lindera al club y que la toma estaba organizada. "Somos todos vecinos; queremos una vivienda digna", aseguro el hombre que no se identificó.

Negó que se haya tomado el predio de manera violenta y denunció agresiones de los vecinos: "No entramos a los tiros, eran cohetes; los vecinos nos vinieron a sacar con piedras".

Esta persona aseguró que se loteó el predio para que se instalen "más de 100 familias". "Cada cual marco su terrenito; la gente está acostumbrada al barrio y no se va a ir", afirmó en declaraciones a la prensa.

Por su parte, el Jorge Sampedro, presidente del Club Albariño, aseguró que los que tomaron la chancha de fútbol "no son los vecinos, es gente de otro lado que la trajeron con micros".

El predio es de aproximadamente una manzana, pero los vecinos tienen miedo de que prolifere un nuevo asentamiento producto del efecto que generó la ocupación del Parque Indoamericano.

En el lugar se hicieron presentes dos móviles de la Comisaría 48, que se ubicaron a aproximadamente 100 metros de la toma, aunque por el momento no tuvieron contacto con los vecinos ni con los okupas.