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Alejandro, el Magno campeón
Sabella ganó su segundo título en 20 meses como DT. Además jugó dos finales y tiene un subcampeonato. El entrenador más deseado del fútbol argentino
12 de diciembre de 2010
De la redacción de Asteriscos.Tv
De la sombra de Daniel Passarella como ayudante de campo en todas sus etapas hasta 2008, un día, tarde quizás para muchos DT, Alejandro Sabella decidió ser protagonista y no solo sorprendió y mostró logros sino también una gran capacidad para un cargo muy difícil.
Sabella, hijo dilecto de Estudiantes donde integró como jugador los equipos bicampeones de 1982/3, aceptó la propuesta de hacerse cargo del equipo a inicios de 2009 en reemplazo de Leo Astrada.
Debutó en la Copa Libertadores el 19 de marzo de 2009 en un triunfo ante Deportivo Quito 4 a 0 y a partir de allí construyó una campaña fantástica entre el torneo continental y el local con 14 partidos sin derrotas y con el broche de oro de la conquista del certamen internacional.
En ese momento Sabella entró a la historia grande del club pero no se conformó.
Llevó al equipo a la final de la Copa Mundial de clubes donde perdió en el partido decisivo la final ante el poderoso Barcelona en los últimos minutos.
Luego fue protagonista del Torneo Clausura 2010 donde lideró el certamen ante la fecha previa a la final cuando empató ante Rosario Central de local y le dio la oportunidad a Argentinos Juniors de ser campeón.
Tras perder la final de la Recopa Sudamericana ante la Liga de Ecuador se centró en el torneo local con una renovación de jugadores y casi sin figuras relevantes.
Su excelente trabajo lo puso en la primera fila cuando se buscaba reemplazante de Diego Maradona en el seleccionado, lugar que por ahora deberá esperar.
En esta primera experiencia, Sabella dirigió 97 partidos ganó 58 empató 21 y perdió 18 entre juegos locales e internacionales, con 150 goles favor y 69 en contra y una efectividad del 70 por ciento.
Alejandro, el grande, como otros hijos del club, ex jugadores y luego DT campeones como Carlos Bilardo, Miguel Angel Russo, Eduardo Manera, llevó al “Pincha” al lugar más alto, pero también está claro que esta historia personal recién empieza y desea como el Magno, muchas más conquistas.
De la sombra de Daniel Passarella como ayudante de campo en todas sus etapas hasta 2008, un día, tarde quizás para muchos DT, Alejandro Sabella decidió ser protagonista y no solo sorprendió y mostró logros sino también una gran capacidad para un cargo muy difícil.
Sabella, hijo dilecto de Estudiantes donde integró como jugador los equipos bicampeones de 1982/3, aceptó la propuesta de hacerse cargo del equipo a inicios de 2009 en reemplazo de Leo Astrada.
Debutó en la Copa Libertadores el 19 de marzo de 2009 en un triunfo ante Deportivo Quito 4 a 0 y a partir de allí construyó una campaña fantástica entre el torneo continental y el local con 14 partidos sin derrotas y con el broche de oro de la conquista del certamen internacional.
En ese momento Sabella entró a la historia grande del club pero no se conformó.
Llevó al equipo a la final de la Copa Mundial de clubes donde perdió en el partido decisivo la final ante el poderoso Barcelona en los últimos minutos.
Luego fue protagonista del Torneo Clausura 2010 donde lideró el certamen ante la fecha previa a la final cuando empató ante Rosario Central de local y le dio la oportunidad a Argentinos Juniors de ser campeón.
Tras perder la final de la Recopa Sudamericana ante la Liga de Ecuador se centró en el torneo local con una renovación de jugadores y casi sin figuras relevantes.
Su excelente trabajo lo puso en la primera fila cuando se buscaba reemplazante de Diego Maradona en el seleccionado, lugar que por ahora deberá esperar.
En esta primera experiencia, Sabella dirigió 97 partidos ganó 58 empató 21 y perdió 18 entre juegos locales e internacionales, con 150 goles favor y 69 en contra y una efectividad del 70 por ciento.
Alejandro, el grande, como otros hijos del club, ex jugadores y luego DT campeones como Carlos Bilardo, Miguel Angel Russo, Eduardo Manera, llevó al “Pincha” al lugar más alto, pero también está claro que esta historia personal recién empieza y desea como el Magno, muchas más conquistas.