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Nobel 2010: Vargas Llosa elogió a la lectura y a la ficción
El escritor peruano destacó que “igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias. Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad”
7 de diciembre de 2010
El ganador del premio Nobel de la Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, dio su discurso de aceptación del premio en Estocolmo. En él, que duró casi una hora, el escritor peruano repasó su vida, habló de América Latina, el mundo y su profesión, con marcado compromiso político y social, características que distinguen su trayectoria.
En su discurso llamado “Elogio de la lectura y la ficción”, Vargas Llosa rindió homenaje a su madre y a sus maestros, entre quienes citó a Flaubert, Faulkner, Cervantes, Dickens, Tolstoi o Thomas Mann.
“Aprendí a leer a los 5 años en la clase del hermano Justiniano en el colegio de La Salle en Cochabamba, Bolivia: fue lo más importante que me pasó en la vida”, dijo el escritor. “La lectura convertía el sueño en vida y la vida en sueño”, contó sobre sus primeros años de lectura.
“Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias. Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad”, destacó el escritor en la Academia sueca.
“No sin tropiezos y resbalones, América Latina ha ido progresando”, dijo en relación a cuando él era joven. Destacó que el continente padece “menos dictaduras que antaño”. “Sólo Cuba y su candidato a secundarla: Venezuela y algunas pseudo democracias populistas y payasas como las de Bolivia y Nicaragua”, disparó.
En relación a los indígenas del continente, el peruano destacó que considera al tema uno de los grandes desafíos pendientes. “Desde hace dos siglos, la emancipación de los indígenas es una responsabilidad exclusivamente nuestra y la hemos incumplido”, dijo.
“Quiero a España tanto como al Perú y mi deuda con ella es tan grande como el agradecimiento que le tengo”, leyó Vargas Llosa. “Si no hubiera sido por España jamás hubiera llegado a esta tribuna”, aseguró el novelista.
También dedicó unas palabras a su esposa, momento en el que se lo vio más emocionado. “Ella hace de todo y todo lo hace bien. Hasta cuando me insulta me da el mejor de los elogios: ‘Mario, tu sólo sirves para escribir”, dijo y despertó las carcajadas del público.
En su discurso llamado “Elogio de la lectura y la ficción”, Vargas Llosa rindió homenaje a su madre y a sus maestros, entre quienes citó a Flaubert, Faulkner, Cervantes, Dickens, Tolstoi o Thomas Mann.
“Aprendí a leer a los 5 años en la clase del hermano Justiniano en el colegio de La Salle en Cochabamba, Bolivia: fue lo más importante que me pasó en la vida”, dijo el escritor. “La lectura convertía el sueño en vida y la vida en sueño”, contó sobre sus primeros años de lectura.
“Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias. Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad”, destacó el escritor en la Academia sueca.
“No sin tropiezos y resbalones, América Latina ha ido progresando”, dijo en relación a cuando él era joven. Destacó que el continente padece “menos dictaduras que antaño”. “Sólo Cuba y su candidato a secundarla: Venezuela y algunas pseudo democracias populistas y payasas como las de Bolivia y Nicaragua”, disparó.
En relación a los indígenas del continente, el peruano destacó que considera al tema uno de los grandes desafíos pendientes. “Desde hace dos siglos, la emancipación de los indígenas es una responsabilidad exclusivamente nuestra y la hemos incumplido”, dijo.
“Quiero a España tanto como al Perú y mi deuda con ella es tan grande como el agradecimiento que le tengo”, leyó Vargas Llosa. “Si no hubiera sido por España jamás hubiera llegado a esta tribuna”, aseguró el novelista.
También dedicó unas palabras a su esposa, momento en el que se lo vio más emocionado. “Ella hace de todo y todo lo hace bien. Hasta cuando me insulta me da el mejor de los elogios: ‘Mario, tu sólo sirves para escribir”, dijo y despertó las carcajadas del público.