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Desbordados de ilusión
Nervios y ansiedad en los argentinos amantes del tenis por conseguir por primera vez la Ensaladera de Plata, aunque la tarea no será sencilla, porque enfrente estará Rusia
28 de noviembre de 2006
Por Diego Provenzano
Como suele suceder cada vez que hay un evento de estas características lejos de casa, los nervios y la ansiedad aumentan con el correr de los días, cuando falta menos para que empiece la acción.
Con todo un país que estará dividido entre una final de Copa Davis y el probable tricampeonato de Boca en Córdoba, los cinco soldados elegidos por Alberto Mancini intentarán, por primera vez en la historia, poner el nombre de Argentina en la Ensaladera de Plata.
“La superficie no es tan rápida como esperábamos”, fue la primera impresión del equipo apenas empezado el entrenamiento en el estadio Olímpico de Moscú, y como dictaba una publicidad de cerveza, esa impresión es la que cuenta.
Por eso, la gente se ilusiona y empieza a hablar por la calle. “Che, así que se lesionó Safin”, pregunta uno; pero el otro le contesta: “No, fue una molestia nada más, capaz le agarró miedo”.
La confianza parte de un país ilusionado, que hace poco más de dos meses vio la contundente victoria sobre Australia, un rival que despertaba temores, pero que fue superado ampliamente por la Legión.
Ahora, deberá chocar con el gran momento de Davydenko y el talento inigualable de Safin, que lejos del primer puesto del ranking que alguna vez supo tener, sigue siendo el líder espiritual del equipo ruso.
Pero sabido es que Nalbandian puede ganarle a cualquier jugador en cualquier tipo de superficie –muestra de eso fue la categórica victoria en el césped australiano en 2005-, y sumando la buena adaptación que Agustín Calleri tuvo en la cancha, parece que Mancini se inclinaría por él como segundo singlista, dejando a “Chucho” Acasuso para el doble del sábado.
La otra decisión difícil que tendrá que tomar “Luli” es a quién dejará afuera. Juan Ignacio Chela es el que tendría más chances de qudarse, conociendo el pacto tácito hecho por los jugadores luego de la primera serie ante Suecia. Así, quedaría de lado el buen momento que está pasando “Willy” después de la suspensión que lo tuvo 15 meses fuera del court.
Todas las incógnitas quedarán develadas por la noche, cuando Mancini les comuniqué a los jugadores sus decisiones, y el equipo, cada uno desde su rol, encare la última etapa del torneo, desbordado de ilusiones.
Como suele suceder cada vez que hay un evento de estas características lejos de casa, los nervios y la ansiedad aumentan con el correr de los días, cuando falta menos para que empiece la acción.
Con todo un país que estará dividido entre una final de Copa Davis y el probable tricampeonato de Boca en Córdoba, los cinco soldados elegidos por Alberto Mancini intentarán, por primera vez en la historia, poner el nombre de Argentina en la Ensaladera de Plata.
“La superficie no es tan rápida como esperábamos”, fue la primera impresión del equipo apenas empezado el entrenamiento en el estadio Olímpico de Moscú, y como dictaba una publicidad de cerveza, esa impresión es la que cuenta.
Por eso, la gente se ilusiona y empieza a hablar por la calle. “Che, así que se lesionó Safin”, pregunta uno; pero el otro le contesta: “No, fue una molestia nada más, capaz le agarró miedo”.
La confianza parte de un país ilusionado, que hace poco más de dos meses vio la contundente victoria sobre Australia, un rival que despertaba temores, pero que fue superado ampliamente por la Legión.
Ahora, deberá chocar con el gran momento de Davydenko y el talento inigualable de Safin, que lejos del primer puesto del ranking que alguna vez supo tener, sigue siendo el líder espiritual del equipo ruso.
Pero sabido es que Nalbandian puede ganarle a cualquier jugador en cualquier tipo de superficie –muestra de eso fue la categórica victoria en el césped australiano en 2005-, y sumando la buena adaptación que Agustín Calleri tuvo en la cancha, parece que Mancini se inclinaría por él como segundo singlista, dejando a “Chucho” Acasuso para el doble del sábado.
La otra decisión difícil que tendrá que tomar “Luli” es a quién dejará afuera. Juan Ignacio Chela es el que tendría más chances de qudarse, conociendo el pacto tácito hecho por los jugadores luego de la primera serie ante Suecia. Así, quedaría de lado el buen momento que está pasando “Willy” después de la suspensión que lo tuvo 15 meses fuera del court.
Todas las incógnitas quedarán develadas por la noche, cuando Mancini les comuniqué a los jugadores sus decisiones, y el equipo, cada uno desde su rol, encare la última etapa del torneo, desbordado de ilusiones.