En el debut de la nueva norma porteña que sanciona con la quita del registro a los conductores que crucen el semáforo en rojo, fuentes del Ministerio de Seguridad de la Ciudad confirmaron a ámbito.com que en la jornada se quitaron 18 licencias.

Entre los infractores se fueron sancionados diez vehículos particulares, cinco taxis, una moto, un camión y un colectivo. En el caso del transporte público de pasajeros el secuestro del registro se produjo en la intersección de la Avenida Belgrano y Paseo Colón.

En el primer día de funcionamiento de la norma se encuentran en funcionamiento un total de 25 controles en toda la cuidad. Desde la cartera de seguridad confirmaron que las requisas se realizaron en la zona de Constitución y de Mircocentro.

Asimismo, más temprano, el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, participó de un operativo en el cruce de la avenida Garay y Salta junto al jefe de Gabinete de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta y precisó que "cuando se quita el registro se labra un acta que tiene validez durante 40 días y en ese lapso, el conductor tiene que presentarse al controlador".

Señaló que "ahí se puede regularizar la situación, o sea pagar la multa o dar las explicaciones del motivo por el cual cruzó el semáforo en rojo, para que se le devuelva el registro".

El titular de la cartera de Seguridad porteña advirtió que "en caso de no hacerlo, a los 40 días el registro de conducir se destruye sea o no hecho por la Ciudad de Buenos Aires".

Montenegro explicó que si la licencia de conducir es de otro distrito, "se lo notificamos al municipio o al gobierno emisor, para que no le vuelva a renovar el registro hasta que no se regularice la situación con la Ciudad de Buenos Aires".

Aclaró que el pasar en amarillo "no es infracción, sino que conviene detenerse salvo que venga un vehículo atrás" y destacó que las infracciones "están filmadas".

Indicó que si una persona se niega a entregar el registro, "se actúa con la fuerza pública, se lo detiene y se le hace saber al juez que se resiste a la autoridad".

En cuanto al monto de las multas, que van desde los $ 300 a $ 3000, Montenegro señaló que "eso queda a discrecionalidad del controlador que tiene que ver la hora en que se pasó el semáforo en rojo, el lugar, si había riesgo o si había un colegio cerca".

Finalmente, precisó que la Ciudad dispuso para la nueva medida de control de tránsito "25 puestos rotativos de acuerdo al índice de accidentología que tiene la Dirección de Seguridad Vial de la ciudad" y añadió que "se realiza en conjunto con el cuerpo de agente de tránsito".