Osvaldo Papaleo cerró su mano, hizo una pausa para asegurarse que tenía la atención de todo el auditorio, y no dudó: "A mi dolor no lo negocio. Lo administro", dijo, para terminar de responder la pregunta que se había hecho un minuto antes.

"¿Por qué estuvimos 27 años sin decir nada? Porque somos vivos, porque somos peronistas", soltó, sin ocultar orgullo, y ante el bálsamo de los aplausos.

Salvo por la Presidenta, a quien llamó su "abogada militante", y por su hermana, Lidia Papaleo de Graiver, a quien definió como una "hábil declarante", Papaleo aprovechó el escenario que compartió con el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Gabriel Mariotto, para mofarse de todos y todas.

Llamó "borracho" e "hijo de puta" al ex fiscal del juicio a las Juntas Militares Julio César Strassera, "gil de cuarta" al ex juez y actual diputado Ricardo Gil Lavedra, "pelotudos" al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández y al diputado Fernando "Pino" Solanas, "miserable y canalla" a la legisladora Elisa Carrió, y "bobo" al periodista Nelson Castro.

La Presidenta y Lidia Papaleo, quien denuncia haber sido obligada a vender bajo tortura las acciones de Papel Prensa durante la última dictadura militar, no fueron las únicas que se salvaron del escarnio público.

"No voy a hablar mal de López Rega [José, ministro de Bienestar Social de Isabel Perón y creador de la Triple A]. No al frente de ellos", dijo, en referencia a los medios de comunicación.

Mariotto festejó cada frase, como también lo hizo el organizador del evento, Héctor Fernández, secretario general del PJ Capital y de la agrupación Peronismo Militante, que ayer invitó a Papaleo al auditorio de la parroquia San Vicente de Paul, en Mataderos, para el panel "El caso Papel Prensa: el fin del monopolio", frente a un centenar de militantes kirchneristas.

Papaleo se refirió en más de una oportunidad a las distintas declaraciones que su hermana ofreció ante el Gobierno -sobre las que se basó el informe elaborado por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno- y en los tribunales de La Plata, donde afirmó haber vendido Papel Prensa en libertad.

Tras explicar que su hermana había declarado ante todo tipo de tribunales, militares y civiles, incluso "ante el hijo de puta de Strassera", Papaleo enfatizó: "Si hay algo que es, es hábil declarante".

Luego despejó cualquier duda: "Mi hermana quiere que vayan presos Magnetto [Héctor, CEO del Grupo Clarín], Mitre [Bartolomé, director de LA NACION] y Peralta Ramos [Patricio, de La Razón ]".

"¿Por qué declaramos bien?", se preguntó luego, para explicar que se debía a que contaban con una "abogada militante", en alusión a la presidenta Cristina Kirchner.

También acusó a Isidoro Graiver de vender su testimonio. Isidoro, hermano de quien fue dueño de Papel Prensa, David Graiver, negó ante la Justicia que las acciones de la empresa familiar hayan sido ilegalmente vendidas a los actuales propietarios.

"Hemos llevado al enemigo arriba del ring para pelear", dijo en referencia al Grupo Clarín, a quien definió repetidamente como "el enemigo de la democracia" y le adjudicó tener "amigos progresistas y amigos que orinan agua bendita".

"Hay que empezar a descalificar", invitó, para ponerse primero en la fila.

Además de Strassera, Castro, Carrió y Solanas, también atacó a la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú y al escritor Ernesto Sabato, dos de los autores del informe Nunca Más, de la Conadep.

"Por eso no fuimos a la Conadep", sostuvo, antes de explicar que por "vivos y peronistas" no habían dicho nada de la venta de Papel Prensa durante 27 años.

"Yo saco el tema cuando me conviene", sonrió.