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La radio, esa gran pasión argentina que cumple 90 años
El 27 de agosto de 1920 cuatro estudiantes, "los locos de la azotea", hicieron la primera transmisión radial del país. Una historia de pasión y amor por el eter
27 de agosto de 2010
Por Roberto Aguirre Blanco
Que unos "locos" hace exactamente 90 años decidieran hacer la primera transmisión experimental de radio en la Argentina al instalar una antena en la azotea del Teatro Coliseo de Buenos Aires, es ya hoy un gesto de epopeya.
A la vez, que esos "locos de la azotea" -cuatro estudiantes universitarios con imaginación- permitieran hacer volar por el eter unos de los inventos más imaginativos del hombre, merece al menos un momento de reflexión.
La emisión de la Opera "Farsifal" y que 100 porteños que recibieron de antemano un aparatito extrafalario para escuchar estas primeras ondas disfrutaran de un espectaculos cultural, en vivo y con la impronta de un hecho sin precdedentes, le dio ya el gen a la radio de lo que sería en la historia de los argentinos.
Enrique Susini, Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero fueron esos precursores que desde la terraza del teatro Coliseo en una noche clara y fría hicieron magia en un acto de aventura que aún dura hasta nuestros días.
Algún tiempo después, el mismo Susini pidió que se reconociera a esa emisión como "la primera transmisión de radio del mundo" y alegó que no era para su beneficio particular "sino para el prestigio del país y de esta ciudad".
Allí comenzó la aventura de seducción que enseguida se propaló y dio nacimiento a decenas de radios en todo el país como Argentina, Del Pueblo, Cultura, Universidad de La Plata y varias en el interior del país, con Santa fe y Córdoba como lugares iniciaticos.
En esa década del 20, sin deuda de gran experimentación, la emisión del combate entre Luis Angel Firpo y Jack Dempsey en septiembre de 1923 fue el gran hito de esos primeros años.
Entre fines de los años 20 y la década del 30 empezaron a asomar los formatos de los programas que se consolidarían y dominarían el dial de Buenos Aires y la mayoría de las ciudades del país durante los años siguientes.
Se respiraba mucho arte y los protagonistas de las emisoras eran cantantes, músicos, actores, dramaturgos, asesores literarios, realizadores de efectos sonoros, musicalizadores.
Y los locutores eran verdaderas figuras. Hasta firmaban autógrafos y todo... También se escuchaban las buenas plumas de los periodistas de los diarios y revistas más leídas del momento. Los periodistas deportivos nos transportaban con sus narraciones a las canchas de fútbol, los autódromos o los rings de box.
Los escritores eran importantísimos para ese engranaje artístico que no se detenía. Era la “Radio-show” o como dice el maestro Antonio Carrizo, la “Radio-espectáculo”.
Las emisones en vivo de teleteatros o comedias, además de grandes espectáculos musicales eran seguidos por cientos de personas que llenaban los auditorios de la radio.
Radio El Mundo, nacida en 1935, y Radio Belgrano, fueron las grande emisoras de las décadas de oro en los 40 y 50, con programas como "El Tango Glostora Club", "Los Pérez García", "la Cabalgata Deportiva Gillette"; "Las aventuras de Felipe con Luis Sandrini", "Casino musical", entre otros.
Luego llegaría el tiempo del "Radioteatro Palmolive del aire", los nuevos sonidos musicales y la dura competencia con la televisión que nació con la gente de la radio y sus artistas.
Los sesenta y setenta dieron otro vuelco con nuevas generaciones al ritmo de la musica ciudadana y los sonidos del rock que atrapaban a la juventud, y así la mañana fue el reinado de la radio y la tarde y noche fue de la tele.
Aparecieron figuras como Jorge "Cacho" Fontana y su inolvidable "Fontana Show", Antonio Carrizo con "la Vida y el Canto"; "Rapidísimo" con Héctor Larrea, La oral Deportiva con José María Muñoz; "Carburando" y "Coche a la vista", "Argentinisima", y "El Show del minuto" con Hugo Guerrero Martinheitz.
Por la noche los musicales inolvidables de "Modart en la Noche" con Pedro Aníbal Mansilla; Música con Thompson y Williams, el programa de "Fito" Salinas; "Las siete Lunas de Grandal" con Nora Perlé; y las voces sugerentes de locutoras cono Nucha Amengual y Betty Elizalde.
Para los amantes del rock ciclos inolvidables como "Imaginate, Flecha Juventud" con juan Alberto Badía y Graciela Mancuso; "El tren Fanstasma" con Omar Cerasuolo; y ya en los inicios de los 80 "9 PM" con Lalo Mir y Elizabeth Vernacci.
Eran los tiempos del liderazgo de las primeras radios privadas como Rivadavia (escuela de grandes porfesionales años después), Mitre, Continental y las estatales que daban pelea.
Y con los 80 el nacimiento de esa nueva forma de hacer radio con la FM y el estilo descontracturado de "Rock and Pop" donde Mir, Vernacci junto a un joven Mario Pergolini que daba sus primeros primeros paso.
La radio esa compañera de voces queribles que se sentaban a la mesa de cada casa o convencían con sus palabras la calidad de un producto, cuando ser locutor significaba "vender" con al mejor estilo en voces como Rina Morán, Beba Vignola, Susy Deval, Hernán Binaconti, Leopoldo Costa, entre tantos.
Hoy, 90 años después, sigue tan viva como entonces, y aún 15 millones de argentinos escuchan un rato de radio por día.
Ya "Doña Rosa" no va a la primera fila de la platea a ver a sus artistas preferidos, ahora opta por llamar a la emisora que escucha y pedir una canción, opinar sobre política, enojarse y reír, mientras le constesta a ese aparato que aún habla en un rincón de su casa.
Los que hacemos radio, como nosotros en Asteriscos AM, cada miércoles en Radio El Mundo, festejamos la locura de aquellos cuatro emprendedores y sabemos que cuando se entra a un estudio indefectiblente se es picado por el bichito de una pasión que no se abandona más.
La Radio, felíz cumpleaños... Silencio por favor: ¡Estamos en el aire!
Que unos "locos" hace exactamente 90 años decidieran hacer la primera transmisión experimental de radio en la Argentina al instalar una antena en la azotea del Teatro Coliseo de Buenos Aires, es ya hoy un gesto de epopeya.
A la vez, que esos "locos de la azotea" -cuatro estudiantes universitarios con imaginación- permitieran hacer volar por el eter unos de los inventos más imaginativos del hombre, merece al menos un momento de reflexión.
La emisión de la Opera "Farsifal" y que 100 porteños que recibieron de antemano un aparatito extrafalario para escuchar estas primeras ondas disfrutaran de un espectaculos cultural, en vivo y con la impronta de un hecho sin precdedentes, le dio ya el gen a la radio de lo que sería en la historia de los argentinos.
Enrique Susini, Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero fueron esos precursores que desde la terraza del teatro Coliseo en una noche clara y fría hicieron magia en un acto de aventura que aún dura hasta nuestros días.
Algún tiempo después, el mismo Susini pidió que se reconociera a esa emisión como "la primera transmisión de radio del mundo" y alegó que no era para su beneficio particular "sino para el prestigio del país y de esta ciudad".
Allí comenzó la aventura de seducción que enseguida se propaló y dio nacimiento a decenas de radios en todo el país como Argentina, Del Pueblo, Cultura, Universidad de La Plata y varias en el interior del país, con Santa fe y Córdoba como lugares iniciaticos.
En esa década del 20, sin deuda de gran experimentación, la emisión del combate entre Luis Angel Firpo y Jack Dempsey en septiembre de 1923 fue el gran hito de esos primeros años.
Entre fines de los años 20 y la década del 30 empezaron a asomar los formatos de los programas que se consolidarían y dominarían el dial de Buenos Aires y la mayoría de las ciudades del país durante los años siguientes.
Se respiraba mucho arte y los protagonistas de las emisoras eran cantantes, músicos, actores, dramaturgos, asesores literarios, realizadores de efectos sonoros, musicalizadores.
Y los locutores eran verdaderas figuras. Hasta firmaban autógrafos y todo... También se escuchaban las buenas plumas de los periodistas de los diarios y revistas más leídas del momento. Los periodistas deportivos nos transportaban con sus narraciones a las canchas de fútbol, los autódromos o los rings de box.
Los escritores eran importantísimos para ese engranaje artístico que no se detenía. Era la “Radio-show” o como dice el maestro Antonio Carrizo, la “Radio-espectáculo”.
Las emisones en vivo de teleteatros o comedias, además de grandes espectáculos musicales eran seguidos por cientos de personas que llenaban los auditorios de la radio.
Radio El Mundo, nacida en 1935, y Radio Belgrano, fueron las grande emisoras de las décadas de oro en los 40 y 50, con programas como "El Tango Glostora Club", "Los Pérez García", "la Cabalgata Deportiva Gillette"; "Las aventuras de Felipe con Luis Sandrini", "Casino musical", entre otros.
Luego llegaría el tiempo del "Radioteatro Palmolive del aire", los nuevos sonidos musicales y la dura competencia con la televisión que nació con la gente de la radio y sus artistas.
Los sesenta y setenta dieron otro vuelco con nuevas generaciones al ritmo de la musica ciudadana y los sonidos del rock que atrapaban a la juventud, y así la mañana fue el reinado de la radio y la tarde y noche fue de la tele.
Aparecieron figuras como Jorge "Cacho" Fontana y su inolvidable "Fontana Show", Antonio Carrizo con "la Vida y el Canto"; "Rapidísimo" con Héctor Larrea, La oral Deportiva con José María Muñoz; "Carburando" y "Coche a la vista", "Argentinisima", y "El Show del minuto" con Hugo Guerrero Martinheitz.
Por la noche los musicales inolvidables de "Modart en la Noche" con Pedro Aníbal Mansilla; Música con Thompson y Williams, el programa de "Fito" Salinas; "Las siete Lunas de Grandal" con Nora Perlé; y las voces sugerentes de locutoras cono Nucha Amengual y Betty Elizalde.
Para los amantes del rock ciclos inolvidables como "Imaginate, Flecha Juventud" con juan Alberto Badía y Graciela Mancuso; "El tren Fanstasma" con Omar Cerasuolo; y ya en los inicios de los 80 "9 PM" con Lalo Mir y Elizabeth Vernacci.
Eran los tiempos del liderazgo de las primeras radios privadas como Rivadavia (escuela de grandes porfesionales años después), Mitre, Continental y las estatales que daban pelea.
Y con los 80 el nacimiento de esa nueva forma de hacer radio con la FM y el estilo descontracturado de "Rock and Pop" donde Mir, Vernacci junto a un joven Mario Pergolini que daba sus primeros primeros paso.
La radio esa compañera de voces queribles que se sentaban a la mesa de cada casa o convencían con sus palabras la calidad de un producto, cuando ser locutor significaba "vender" con al mejor estilo en voces como Rina Morán, Beba Vignola, Susy Deval, Hernán Binaconti, Leopoldo Costa, entre tantos.
Hoy, 90 años después, sigue tan viva como entonces, y aún 15 millones de argentinos escuchan un rato de radio por día.
Ya "Doña Rosa" no va a la primera fila de la platea a ver a sus artistas preferidos, ahora opta por llamar a la emisora que escucha y pedir una canción, opinar sobre política, enojarse y reír, mientras le constesta a ese aparato que aún habla en un rincón de su casa.
Los que hacemos radio, como nosotros en Asteriscos AM, cada miércoles en Radio El Mundo, festejamos la locura de aquellos cuatro emprendedores y sabemos que cuando se entra a un estudio indefectiblente se es picado por el bichito de una pasión que no se abandona más.
La Radio, felíz cumpleaños... Silencio por favor: ¡Estamos en el aire!