El presidente Barack Obama confirmó que la misión de las fuerzas de combate de Estados Unidos en Irak terminará a fines de agosto, tal como había prometido durante su campaña electoral, pese al peligroso estancamiento político y al reciente incremento de la violencia en Bagdad.

En un discurso ante la convención de veteranos discapacitados en Atlanta, Georgia, Obama dijo que las fuerzas de combate que permanecen en el país se retirarán antes de finales de agosto.

"Mantendremos en Irak una fuerza de transición hasta que retiremos a todos nuestros soldados a fin del año próximo", afirmó Obama. Esto reducirá la presencia estadounidense a 50.000 soldados, que tendrán la misión de entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes, de provisión de apoyo logístico y asistencia en misiones contra el terrorismo.

"Son unas tareas peligrosas", dijo Obama. "Y aún siguen presentes los que intentarán frenar el progreso de Irak con bombas y balas.

"No se equivoquen. Nuestro compromiso en Irak va a cambiar de un esfuerzo militar encabezado por nuestras tropas a un esfuerzo civil encabezado por nuestros diplomáticos", señaló el mandatario quien subrayó que no obstante "la cruda realidad es que aún no vemos el final del sacrificio estadounidense en Irak".

Además, Obama dijo que a "finales de mes habremos devuelto a casa a 90.000 soldados desde que tomé posesión de mi cargo (enero de 2009)".

El presidente norteamericano abogó por poner fin al papel estadounidense en la guerra de Irak para enviar mayores recursos a la lucha en Afganistán, donde envió decenas de miles de efectivos adicionales.

Según la Casa Blanca, en junio de 2009 las fuerzas estadounidenses ocupaban 357 bases en Irak, y ocupan ahora 121. Se espera que el número baje a 94 bases a fin de agosto.

Estados Unidos invadió Irak en marzo de 2003, derrocó el régimen del presidente Saddam Hussein, y ha enfrentado una insurgencia que le ha costado la vida a más de 4.000 soldados, más de 30.000 heridos y más de u$s 736.000 millones.