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Piñera rechazó la posibilidad de otorgar indultos en Chile
Lo había pedido la Iglesia, pero el presidente chileno lo calificó de ”imprudente e inconveniente”. Agrupaciones de DDHH dicen que el anuncio es “positivo”
26 de julio de 2010
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció finalmente su rechazo por “imprudente e inconveniente” el indulto para los acusados de crímenes de lesa humanidad.
La decisión que busca sofocar una intensa polémica en Chile, no hizo referencia directa a la dictadura de Augusto Pinochet que es el período en el cual se cometió la mayoría de las violaciones a los derechos humanos contra opositores políticos de la historia reciente del país.
”En caso de indulto particular quedarán excluidos de estos beneficios aquellos condenados en delitos especialmente graves como lo son los de lesa humanidad, terrorismo, narcotráfico, homicidio, hechos de sangre y violaciones o abuso contra menores”, anunció el mandatario, según publica el diario Clarín en su edición de este lunes.
La vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Mireya García, dijo a la agencia AP que el anuncio “es positivo”, pero remarcó que su organización y las restantes humanitarias, desean conocer los exactos alcances de la propuesta.
Con esta decisión Piñera se refirió por primera vez al tema que había levantado polémica dentro de la sociedad chilena y que se había disparado por las propuestas de indulto entregadas por la Iglesia Católica y la Evangélica para dar beneficios carcelarios sin distinguir entre militares y civiles.
Mediante cadena nacional, el mandatario destacó el espíritu de reconciliación que buscaron las dos instituciones religiosas, pero añadió que en su opinión las propuestas “siguen generando divisiones y tensiones entre los chilenos y muchas veces han reabierto viejas heridas y rencores del pasado”, en una alusión concreta a la dictadura pinochetista.
De hecho, la iniciativa de ambas iglesias tuvo un cerrado rechazo de las agrupaciones de derechos humanos y la oposición de centro izquierda, de cuyas filas son casi la totalidad de las víctimas de la dictadura. Existe un debate muy fuerte debido a que se demanda juicio y castigo a quienes violaron los derechos humanos, posibilidades que fuerte aliados del gobierno de Piñera rechazan por haber pertenecido directa o indirectamente a la estructura del poder de facto militar.
”He llegado al convencimiento de que no es ni prudente ni conveniente en los actuales tiempos y circunstancias promover un indulto general”, dijo el mandatario agregando que hará uso de la facultad de entregar beneficios atendiendo a prioridades humanitarias.
Se aplicará “en forma prudente y muy restrictiva analizando con mucho cuidado, caso a caso, las consideraciones de carácter humanitario”, explicó. Esas consideraciones refieren a avanzada edad o enfermedades. Sin embargo, si hubo reincidencia en los delitos, el implicado perderá también el beneficio.
Al finalizar el anuncio, Piñera aseguró que mantendrá los compromisos adquiridos durante su campaña por “combatir la delincuencia, el narcotráfico e inculcar en la sociedad un profundo respeto por los derechos humanos”. Aunque no se refirió específicamente a los ex militares condenados por violaciones a los derechos humanos, al excluir a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad Piñera trató efectivamente de cerrar el debate generado en la sociedad chilena.
Karina Fernández, abogada del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, precisó que de unos 700 militares enjuiciados por abusos, 220 están condenados, de los cuales 144 reciben beneficios carcelarios y sólo 64 cumplen su castigo en prisión.
La militantes de derechos humanos García, de la AFDD, citada más arriba, agregó que el anuncio presidencial es “positivo en el sentido de que aparentemente quedarían excluidos los violadores a los derechos humanos”. Pero recordó que en Chile el delito de lesa humanidad no está tipificado legalmente, por lo que “nos preocupa de que finalmente los condenados por distintas tipificaciones, pero que corresponden a violadores a los derechos humanos, puedan entrar en alguna categoría que los haga susceptibles de ser indultados”.
La decisión que busca sofocar una intensa polémica en Chile, no hizo referencia directa a la dictadura de Augusto Pinochet que es el período en el cual se cometió la mayoría de las violaciones a los derechos humanos contra opositores políticos de la historia reciente del país.
”En caso de indulto particular quedarán excluidos de estos beneficios aquellos condenados en delitos especialmente graves como lo son los de lesa humanidad, terrorismo, narcotráfico, homicidio, hechos de sangre y violaciones o abuso contra menores”, anunció el mandatario, según publica el diario Clarín en su edición de este lunes.
La vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Mireya García, dijo a la agencia AP que el anuncio “es positivo”, pero remarcó que su organización y las restantes humanitarias, desean conocer los exactos alcances de la propuesta.
Con esta decisión Piñera se refirió por primera vez al tema que había levantado polémica dentro de la sociedad chilena y que se había disparado por las propuestas de indulto entregadas por la Iglesia Católica y la Evangélica para dar beneficios carcelarios sin distinguir entre militares y civiles.
Mediante cadena nacional, el mandatario destacó el espíritu de reconciliación que buscaron las dos instituciones religiosas, pero añadió que en su opinión las propuestas “siguen generando divisiones y tensiones entre los chilenos y muchas veces han reabierto viejas heridas y rencores del pasado”, en una alusión concreta a la dictadura pinochetista.
De hecho, la iniciativa de ambas iglesias tuvo un cerrado rechazo de las agrupaciones de derechos humanos y la oposición de centro izquierda, de cuyas filas son casi la totalidad de las víctimas de la dictadura. Existe un debate muy fuerte debido a que se demanda juicio y castigo a quienes violaron los derechos humanos, posibilidades que fuerte aliados del gobierno de Piñera rechazan por haber pertenecido directa o indirectamente a la estructura del poder de facto militar.
”He llegado al convencimiento de que no es ni prudente ni conveniente en los actuales tiempos y circunstancias promover un indulto general”, dijo el mandatario agregando que hará uso de la facultad de entregar beneficios atendiendo a prioridades humanitarias.
Se aplicará “en forma prudente y muy restrictiva analizando con mucho cuidado, caso a caso, las consideraciones de carácter humanitario”, explicó. Esas consideraciones refieren a avanzada edad o enfermedades. Sin embargo, si hubo reincidencia en los delitos, el implicado perderá también el beneficio.
Al finalizar el anuncio, Piñera aseguró que mantendrá los compromisos adquiridos durante su campaña por “combatir la delincuencia, el narcotráfico e inculcar en la sociedad un profundo respeto por los derechos humanos”. Aunque no se refirió específicamente a los ex militares condenados por violaciones a los derechos humanos, al excluir a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad Piñera trató efectivamente de cerrar el debate generado en la sociedad chilena.
Karina Fernández, abogada del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, precisó que de unos 700 militares enjuiciados por abusos, 220 están condenados, de los cuales 144 reciben beneficios carcelarios y sólo 64 cumplen su castigo en prisión.
La militantes de derechos humanos García, de la AFDD, citada más arriba, agregó que el anuncio presidencial es “positivo en el sentido de que aparentemente quedarían excluidos los violadores a los derechos humanos”. Pero recordó que en Chile el delito de lesa humanidad no está tipificado legalmente, por lo que “nos preocupa de que finalmente los condenados por distintas tipificaciones, pero que corresponden a violadores a los derechos humanos, puedan entrar en alguna categoría que los haga susceptibles de ser indultados”.