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Destino Cuartos: con triunfo y Copa, la tercera fue la vencida
En México 1986, Argentina y Alemania jugaron por tercera vez en un Mundial y fue el primer triunfo “albiceleste”. Recordar aquél resultado renueva la esperanza argentina
1 de julio de 2010
Por Roberto Aguirre Blanco de Asteriscos.Tv
Tardaron 20 años en volver a verse las caras en una Copa del Mundo y en el trayecto ambos festejaron un título cada uno y se convirtieron en potencia del planeta fútbol.
Por ese motivo llegar al final de la Copa de México 1986 no fue una casualidad, fue el esperado final de dos selecciones que había construido sus ambiciones a base de fútbol y potencia en dicha cita.
Y aquel partido, grabado a fuego en la memoria de los argentino y que hoy es casi una fecha patria (29 de junio), fue un cóctel de adrenalina, dramatismo y emoción que cautivó a cerca de 100 mil espectadores que llenaron el estadio Azteca.
El equipo que dirigió Carlos Bilardo comenzó muy concentrado y efectivo y a los 20 minutos ya ganaba 1 a 0 con un gol de cabeza del defensor José Luis Brown y era un resultado justo.
A los pocos minutos de comenzar el segundo tiempo, una excelente corrida y posterior definición de Jorge Valdano pareció definir el partido ya que el 2 a 0 y el dominio de Argentina era muy notorio.
Pero enfrente estaba la resistencia teutónica, esa mente de Alemania que nunca baja los brazos y con orgullo y centros al área, la mayor dificultad que tenía Argentina al la hora defender, el partido se dio vuelta en menos de 10 minutos.
Primero un gol de la estrella Karl Rummenigge y a los cinco minutos el empate de Rudy Vöeller que pareció sentenciar el impulso de Argentina y envalentonar la levantada alemana.
A nueve minutos del final, los europeos se venían más enteros y Argentina golpeada en su ánimo.
Sin embargo aquella selección nacional tenia orgullo y hambre de gloria y un pase mágico de Maradona desde el círculo central –en ese partido fue muy bien marcado por los europeos— habilitó una corrida inolvidable de Jorge Burruchaga donde millones de corazones argentinos se paralizaron hasta la definición del delantero.
El 3 a 2 sobre el epilogo fue el mejor cierre para un partido cargado de emoción y que no solo significó el primer triunfo, y hasta ahora único en mundiales, de Argentina sino que su segunda copa del Mundo.
Entre 1966 y 1986 se enfrentaron en seis partidos entre amistosos y torneo internacionales con un buen saldo para los “albicelestes” que ganaron un partido inolvidable en Münich en 1973 3 a 2 a la entonces campeona de Europa.
Luego en una serie de partidos internacionales en Buenos Aires, un año antes del mundial 1978, Argentina cayó 3 a 1 en el estadio de Boca y dos años después, ya los “albicelestes” campeones del mundo, perdieron en Alemania 2 a 1 en un amistoso.
Durante le mundialito de Uruguay en 1981, Argentina, ya con Maradona en el equipo derrotó a Alemania en Montevideo 2 a 1 y finalmente, en marzo de 1982, en un amistoso jugado en River Plate igualaron 2 a 2.
Dos años antes de la final de 1986, el equipo de Bilardo jugó un amisto en Berlín donde soprendió la mundo la ganarle a los teutónicos 4 a 2.
Tardaron 20 años en volver a verse las caras en una Copa del Mundo y en el trayecto ambos festejaron un título cada uno y se convirtieron en potencia del planeta fútbol.
Por ese motivo llegar al final de la Copa de México 1986 no fue una casualidad, fue el esperado final de dos selecciones que había construido sus ambiciones a base de fútbol y potencia en dicha cita.
Y aquel partido, grabado a fuego en la memoria de los argentino y que hoy es casi una fecha patria (29 de junio), fue un cóctel de adrenalina, dramatismo y emoción que cautivó a cerca de 100 mil espectadores que llenaron el estadio Azteca.
El equipo que dirigió Carlos Bilardo comenzó muy concentrado y efectivo y a los 20 minutos ya ganaba 1 a 0 con un gol de cabeza del defensor José Luis Brown y era un resultado justo.
A los pocos minutos de comenzar el segundo tiempo, una excelente corrida y posterior definición de Jorge Valdano pareció definir el partido ya que el 2 a 0 y el dominio de Argentina era muy notorio.
Pero enfrente estaba la resistencia teutónica, esa mente de Alemania que nunca baja los brazos y con orgullo y centros al área, la mayor dificultad que tenía Argentina al la hora defender, el partido se dio vuelta en menos de 10 minutos.
Primero un gol de la estrella Karl Rummenigge y a los cinco minutos el empate de Rudy Vöeller que pareció sentenciar el impulso de Argentina y envalentonar la levantada alemana.
A nueve minutos del final, los europeos se venían más enteros y Argentina golpeada en su ánimo.
Sin embargo aquella selección nacional tenia orgullo y hambre de gloria y un pase mágico de Maradona desde el círculo central –en ese partido fue muy bien marcado por los europeos— habilitó una corrida inolvidable de Jorge Burruchaga donde millones de corazones argentinos se paralizaron hasta la definición del delantero.
El 3 a 2 sobre el epilogo fue el mejor cierre para un partido cargado de emoción y que no solo significó el primer triunfo, y hasta ahora único en mundiales, de Argentina sino que su segunda copa del Mundo.
Entre 1966 y 1986 se enfrentaron en seis partidos entre amistosos y torneo internacionales con un buen saldo para los “albicelestes” que ganaron un partido inolvidable en Münich en 1973 3 a 2 a la entonces campeona de Europa.
Luego en una serie de partidos internacionales en Buenos Aires, un año antes del mundial 1978, Argentina cayó 3 a 1 en el estadio de Boca y dos años después, ya los “albicelestes” campeones del mundo, perdieron en Alemania 2 a 1 en un amistoso.
Durante le mundialito de Uruguay en 1981, Argentina, ya con Maradona en el equipo derrotó a Alemania en Montevideo 2 a 1 y finalmente, en marzo de 1982, en un amistoso jugado en River Plate igualaron 2 a 2.
Dos años antes de la final de 1986, el equipo de Bilardo jugó un amisto en Berlín donde soprendió la mundo la ganarle a los teutónicos 4 a 2.