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¡Addio Italia! Siguen Paraguay, Japón y Eslovaquia
La eliminación del último campeón marcó la jornada del Mundial-2010, que a su vez vio además sellar sus clasificaciones a Paraguay, Japón y Eslovaquia
24 de junio de 2010
La eliminación del campeón Italia a manos de Eslovaquia (3-2) marcó la jornada del jueves del Mundial-2010, que vio además sellar sus clasificaciones a Paraguay
como primero del grupo F, tras empatar 0-0 con Nueva Zelanda, y de Japón, vencedor 3-1 de Dinamarca en el E.
En el otro encuentro de la fecha que cerraba la llave E, prácticamente para cumplir con los trámites, Holanda ganó 2-1 a Camerún, amarrando el liderato de su grupo con paso perfecto, que le depara como destino a los eslovacos en segunda ronda, el lunes
en Durban.
En Ciudad del Cabo, los goles holandeses fueron anotados por Robie van Persie (36) tras una linda pared con Rafa van der Vaart y Klaas Jan Huntelaar (83) tras un bombazo en el poste del regresado Arjen Robben, mientras que el astro camerunés Samuel Eto o había igualado transitoriamente de penal (65).
"En los dos primeros partidos (Dinamarca y Japón) no estuve bien. Hoy sí que puede estar a mi nivel", dijo van Persie.
Al término del partido, el técnico de Camerún, Paul Le Guen señaló que su "contrato se termina y voy a dejarlo".
También en octavos de final, los paraguayos se verán las caras con los nipones, el próxima martes en Pretoria, en un cruce que lo tiene como favorito para alcanzar por primera vez los cuartos de final.
"Este equipo progresa", advirtió el DT nipón Takeshi Okada. "Pienso que este equipo puede seguir jugando así. El entrenador nos había dicho que no jugáramos defensivamente. Y fue lo que hicimos. Esto funcionó", apuntó Honda.
De todos modos, el equipo de Gerardo Martino deberá cuidarse de la pelota parada, nueva arma secreta de los japoneses, después de liquidar a la Dinamita Danesa con dos tiros libres, en Rustenburgo.
La joven promesa Keisuke Honda con un bombazo (17) y Yashuito Endo (30) con la misma fórmula pero con suavidad ampliaron la cuenta.
Shinji Okazaki (87) decoró el marcador de jugada, poco después de que Jon Dahl Tomasson descontara (81), tras un penal que contuvo Eiji Kawashima y el mismo punta recogiara el rebote.
Pero la gran noticia del día con magnitud de terremoto fue la caída del imperio italiano, cuatro veces campeón mundial.
El equipo de Marcello Lippi perdió 3-2 ante una Eslovaquia que se impuso con goles del atacante Robert Vittek (25, 73) y del ingresado Kamil Kopunek (89), mientras que Antonio Di Natale (81) y Fabio Quagliarella (90+2) descontaron para la Squadra Azzurra, que terminó con "vergüenza" como colista de grupo.
Paraguay, que partía como el otro favorito del grupo, sí cumplió y acabó primero, con cinco puntos, mientras Eslovaquia fue segunda con cuatro unidades.
"Asumo toda la responsabilidad de lo que pasó. Le deseo lo mejor a mi sucesor y gracias por estos años", fueron las palabras con las que Lippi se divorció de la Federación Italiana, este mismo jueves, en caliente.
La Vieja Guardia de Lippi consumó el desastre tras decepcionar con sus dos primeros empates y siguió el ejemplo de la Francia de Zinedine Zidane en 2002, que cayó en el grupo de la primera fase cuatro años más tarde de alcanzar la gloria ante su
público en 1998.
como primero del grupo F, tras empatar 0-0 con Nueva Zelanda, y de Japón, vencedor 3-1 de Dinamarca en el E.
En el otro encuentro de la fecha que cerraba la llave E, prácticamente para cumplir con los trámites, Holanda ganó 2-1 a Camerún, amarrando el liderato de su grupo con paso perfecto, que le depara como destino a los eslovacos en segunda ronda, el lunes
en Durban.
En Ciudad del Cabo, los goles holandeses fueron anotados por Robie van Persie (36) tras una linda pared con Rafa van der Vaart y Klaas Jan Huntelaar (83) tras un bombazo en el poste del regresado Arjen Robben, mientras que el astro camerunés Samuel Eto o había igualado transitoriamente de penal (65).
"En los dos primeros partidos (Dinamarca y Japón) no estuve bien. Hoy sí que puede estar a mi nivel", dijo van Persie.
Al término del partido, el técnico de Camerún, Paul Le Guen señaló que su "contrato se termina y voy a dejarlo".
También en octavos de final, los paraguayos se verán las caras con los nipones, el próxima martes en Pretoria, en un cruce que lo tiene como favorito para alcanzar por primera vez los cuartos de final.
"Este equipo progresa", advirtió el DT nipón Takeshi Okada. "Pienso que este equipo puede seguir jugando así. El entrenador nos había dicho que no jugáramos defensivamente. Y fue lo que hicimos. Esto funcionó", apuntó Honda.
De todos modos, el equipo de Gerardo Martino deberá cuidarse de la pelota parada, nueva arma secreta de los japoneses, después de liquidar a la Dinamita Danesa con dos tiros libres, en Rustenburgo.
La joven promesa Keisuke Honda con un bombazo (17) y Yashuito Endo (30) con la misma fórmula pero con suavidad ampliaron la cuenta.
Shinji Okazaki (87) decoró el marcador de jugada, poco después de que Jon Dahl Tomasson descontara (81), tras un penal que contuvo Eiji Kawashima y el mismo punta recogiara el rebote.
Pero la gran noticia del día con magnitud de terremoto fue la caída del imperio italiano, cuatro veces campeón mundial.
El equipo de Marcello Lippi perdió 3-2 ante una Eslovaquia que se impuso con goles del atacante Robert Vittek (25, 73) y del ingresado Kamil Kopunek (89), mientras que Antonio Di Natale (81) y Fabio Quagliarella (90+2) descontaron para la Squadra Azzurra, que terminó con "vergüenza" como colista de grupo.
Paraguay, que partía como el otro favorito del grupo, sí cumplió y acabó primero, con cinco puntos, mientras Eslovaquia fue segunda con cuatro unidades.
"Asumo toda la responsabilidad de lo que pasó. Le deseo lo mejor a mi sucesor y gracias por estos años", fueron las palabras con las que Lippi se divorció de la Federación Italiana, este mismo jueves, en caliente.
La Vieja Guardia de Lippi consumó el desastre tras decepcionar con sus dos primeros empates y siguió el ejemplo de la Francia de Zinedine Zidane en 2002, que cayó en el grupo de la primera fase cuatro años más tarde de alcanzar la gloria ante su
público en 1998.