Las autoridades sudafricanas decidieron deportar a diez barrabravas argentinos que habían llegado hoy a Johannesburgo para alentar a la selección albiceleste en el Mundial de Sudáfrica 2010 y forman parte de la ONG Hinchadas Unidas Argentinas, liderada por el dirigente Marcelo Mallo.

Los funcionarios de migración sudafricanos retuvieron primero a diez hinchas violentos, quienes regresarían en breve a la Argentina, informaron fuentes de la Policía Federal argentina en Johannesburgo.

Los barrasbravas deportados formaban parte de un contingente de 80 personas de Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) que partió en un vuelo de TAAG rumbo a Sudáfrica, con escala previa en Angola. A ellos se sumarán otros cien que arribarían en las próximas horas a Johannesburgo.

Entre los deportados se encuentra el líder de la barra brava de Rosario Central, Andrés "Pillín" Bracamonte, quien había recibido autorización de la justicia argentina para viajar a Sudáfrica al Mundial.

Los otros hinchas que deberán regresar a la Argentina son Julio César Navarro (Central), Sergio Roldán (San Martín), Juan Duarte (Lanús), Pablo Derrespines (Huracán) y Luis Tuchi (Huracán), precisaron las fuentes policiales.

Los demás barras salieron del aeropuerto escoltados por la policía sudafricana, luego de permanecer varias horas en la zona de arribo a la espera de que se definiera la situación de sus compañeros.

Viajaron luego hasta Pretoria, donde se alojarán en una escuela pública.

Los demorados integran parte de la nómina conformada por el SUBSEF, la Secretaría de Seguridad en Espectáculos Deportivos de la Argentina, a cargo de Pablo Paladino.

"A través de un trabajo en conjunto de nuestra secretaría con el gobierno sudafricano y las provincias argentinas que brindaron información de antecedentes, la policía del país anfitrión del Mundial decidió la detención de estos hinchas y en los próximos días se podría avanzar a la deportación", dijo.

Paladino explicó, además, el por qué del permiso de ingreso de algunos y la detención de otros: "Algunos que han pasado están siendo monitoreados porque la fuerza de seguridad está advertida, por lo que podría haber más detenidos. Quien toma la determinación final es el gobierno sudafricano, que hace un seguimiento constante y exhaustivo sobre los sospechosos".

Hinchadas Unidas Argentinas tiene previsto que alrededor de 225 personas viajen a
Sudáfrica en carácter de hinchas y ya un grupo lllegó este domimgo -de ese contingente surgen los detenidos-, mientras que otra parte lo hará mañana y la restante el miércoles junto al titular de la agrupación, Marcelo Mallo, vinculado con la Casa Rosada.

Los violentos se hospedan en el Christian Progress College, que adelantó sus vacaciones para dar hospedaje a los que arriben al país para ver el Mundial.

Según Mallo, en esa escuela pública de Pretoria se abonan sólo "11 dólares diarios" por cada estadía.

"La gente del colegio está feliz de que vayamos porque ese dinero que les vamos a pagar es una ayuda que les va a servir mucho", agregó el dirigente oriundo de Quilmes, quien se sumará a la comitiva que por ahora lideran los barrabravas Pablo "Bebote" Alvarez (Independiente), Emiliano Tagliarino (Huracán); y Diego Goncebate (Lanús).

La llegada fue a las 13.15 desde Luanda, Angola, en el vuelo DT577 de la compañía TAAG. Pero más de dos horas después del arribo sólo habían salido seis de los 80 integrantes del grupo.

El resto se quedó esperando lo que ocurría con sus compañeros de viaje. Las noticias eran fuertes: había cuatro demorados. Dos de ellos serían integrantes de la barra de Lanús y otros tantos de la de Central.

Más allá de la falta de una confirmación oficial, se pudo ver claramente en la puerta que separa la salida del hall principal del aeropuerto a un hincha con la camiseta de Tigre que hacía un inequívoco gesto a los que ya habían salido para avisarles que había detenidos.

Los 80 barras se habían embarcado ayer en Ezeiza y algunos de ellos mostraron caretas de la presidenta Cristina Fernández y del ex jefe de Estado Néstor Kirchner.

Viajaron como parte de la ONG Hinchadas Unidas Argentinas, cuya cara visible es Marcelo Mallo, hombre vinculado al Gobierno nacional.