Diego Maradona tuvo una idea audaz y en el segundo día de entrenamientos de la Selección Argentina en Pretoria les hizo hacer fútbol, pero en puesto desacostumbrados.

El técnico de la Selección descomprimió al grupo en la previa al inicio del Mundial con un partido cargado de risas (fueron dos tiempos de 30).

Es que fue raro para algunos jugadores ver a sus compañeros desde un lugar de la cancha que no están acostumbrados a ocupar.

Diego rotó las posiciones y ubicó, por ejemplo, a Mariano Andújar (el segundo arquero) de volante central.

Juan Sebastián Verón se paró como lateral derecho, un puesto que genera dudas para el debut ante Nigeria (el 12 de junio, en el Ellis Park de Johannesburgo).

Aunque Maradona había dicho que iba a jugar con cuatro centrales en el fondo, tras el amistoso con Canadá, Jonás Gutiérrez parece una variante válida para el DT. ¿Y si ahora lo convenció la Bruja? No hay que olvidarse que Verón jugó con la camiseta número 4 en Manchester United. No hay chances. El de Estudiantes cumplió, pero su lugar en la cancha es al lado de Mascherano.

El que hizo transpirar a Diego Milito y Gonzalo Higuaín fue Gabriel Heinze. El Gringo se paró de 9 y mostró movimientos interesantes. En tanto, los delanteros tuvieron que defender. Los goleadores de Inter y Real Madrid, respectivamente, se pararon como centrales, al igual que Carlos Tevez, uno de los bajitos.

Por otro lado, Lionel Messi se disfrazó de Silvio Marzolini, aunque más petiso y menos rubio, y custodió el lateral izquierdo. Por momentos, su vocación para atacar y gambetear lo desorientó, pero igual fue una de las figuras de la cancha.

Por la mañana los jugadores pasaron por el gimnasio y realizaron trabajos personalizados según las necesidades de cada uno.

Messi, quien viene con una molestia en el aductor de la pierna derecha, por ejemplo, levantó cargas livianas.

También practicaron remates de media distancia y hasta Maradona probó con algún que otro tirito.