Todo resultó muy sencillo para Boca, se podría decir que lo liquidó desde el vestuario mismo, porque en solo cinco minutos dio vuelta el resultado ante Gimnasia y Esgrima La Plata y se puso 2-1.

Primero una ingenua falta de Goux sobre Palacio, que Giménez transformó en penal para los "xeneizes", algo que no ocurría desde hacía 22 partidos.

Martín Palermo retornó al equipo para hacer lo que mejor hace, goles. Con un fuerte zurdazo al medio del arco puso el 1-1 parcial.

Con el empate Boca salió en busca del arco nuevamente, y logró la ventaja de forma rápida, con un excelente pase del mellizo Guillermo a Palacio y una definición impecable del delantero, eludiendo al arquero platense.

Gimnasia tuvo alguna atisbo de ataque, pero la seguridad de Boca fue demasiado para el "lobo" de Troglio.

En realidad los hombres de La Volpe fueron quienes en todo momento controlaron el juego, con la distribución de Gago y la peligrosidad de Palacio y Palermo en el ataque, siendo Marino el enganche y el "mellizo" un enlace más.

Por cómo se estaban dando las cosas todos esperaban el tercer gol de Boca, que llegó en el cuarto minuto del segundo tiempo.

El mellizo ejecutó un tiro libre que peinó Palacio al medio del área y Marino -en clara posición adelantada- de derecha, marcó el 3-1, que anuló cualquier reacción de los locales.

Solo un córner desde la izquierda de Alderete, que Bobadilla sacó en la línea, fue la única muestra de peligrosidad de Gimnasia, que se repitió en centros al área, siempre bien resueltos por el arquero o alguno de sus defensores.