El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, pidió a la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú que termine con el bloqueo de la frontera. "Hago un llamado y pido a los asambleístas que escuchen el reclamo silencioso de todo el país para que se termine con el corte de la ruta internacional, que encontremos un modo más efectivo y menos perjudicial para seguir en esta incansable pelea a favor del cuidado ambiental que han encarado y que sí encuentra apoyo social", escribió, según informa el diario Clarín.

En la carta Urribarri dijo a sus comprovincianos que la lucha contra la pastera finlandesa de Botnia-UPM "debería encontrar una presencia constante, omnipresente desde lo simbólico y con un método que no perjudique". Puso como ejemplo para ello a las Madres de Plaza de Mayo: si ellas "pudieron hacer de su lucha de más de 30 años una presencia simbólica nacional e internacional a favor de los derechos humanos y la justicia que ha resultado efectiva en materia de condenas en todo el mundo, la lucha contra UPM (ex Botnia) debería encontrar también una presencia constante, omnipresente desde lo simbólico y con un método que no perjudique a ningún argentino, ni a ningún uruguayo ni a la hermandad entre nuestros países".

No solamente pidió. También ofreció: "Como gobernador, me comprometo a ayudar a lograr encarrilar los modos actuales de lucha diplomática, de control, de presencia permanente de la causa en múltiples espacios, pero de manera constructiva", sostuvo.

El último domingo, en una asamblea ampliada a toda la comunidad, los gualeguaychuenses allí reunidos votaron no sólo mantener el corte de la ruta internacional 136, que ya lleva tres años y medio, sino endurecer la lucha con cortes simultáneos y sorpresivos en los puentes de Colón y Concordia.

"La Asamblea no debe renunciar al valor creado por ella en materia ambiental -sigue la carta de Urribarri-. No debe renunciar al mérito que le reconoce toda la sociedad argentina de haber generado con su lucha un antes y un después en la defensa del medioambiente sano. Debe comprender que mantener el corte es algo que se le está volviendo en contra de sí misma, en contra de los argentinos, en contra de sus conciudadanos y lo que es peor, en contra de la causa". Y remató: "Mi gobierno se compromete a apoyar decididamente con los medios necesarios aquellos métodos pacíficos que contribuyan constructivamente a la causa ambiental y que no perjudiquen a terceros".

Ayer, el CARU discutió cómo será el monitoreo conjunto y "de buena fe" que ordenó la Corte Internacional de La Haya en su fallo del 20 de abril pasado. Argentina hizo una propuesta de contralor de emisiones al agua, aire y tierra desde dentro de la pastera, pero Uruguay la rechazó.