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El “Bichi” Borghi y un gran título ganado de “rabona”
El ídolo del club llegó para repetir la historia. Fue jugador en el último título de 1985 y ahora el hacedor del nuevo campeonato de Argentinos Juniors. El placer por jugar al fútbol
16 de mayo de 2010
El pueblo de La Paternal lo erigió como ídolo en la década del ochenta, fue la nueva piedra preciosa del club luego de Diego Maradona y parte importante en los títulos locales de 1984 y 1985 y la copa libertadores de 1985.
Claudio Borghi escribió su propia historia en el fútbol argentino y mundial, de estrella poderosa a un brillo que se fuer apagando sin grandes éxitos pero que a pesar de ese tránsito dejó siempre un excelente recuerdo en cada club que vistió.
La figura de gacela de los ochenta mutó a un hombre con abdomen prominente y cara de buen tipo que un día decidió ser entrenador y sostener sus ideas futbolísticas de buen juego a rajatabla.
Descomprimió la presión de los partidos y les dio a sus equipos un sello de buen juego por encima del resultado y comprobó que por ese camino se logran grandes conquistas.
Y fue en Chile donde se convirtió en un gran ganador al dirigir al equipo más popular, Colo Colo con el cual ganó cuatro títulos consecutivos entre 2006 y 2007.
La mirada del fútbol argentino se puso en él y luego de varios intentos fue Independiente quien lo contrató para el Torneo Clausura 2008 donde no logró una discreta campaña y debió renunciar.
Sin escándalos, ni polémicas, volvió a su perfil bajo hasta que llegó la propuesta de Argentinos Juniors y no lo pensó dos veces.
En su casa, llegó en mayo de 2009, fue moldeando un equipo con chicos jóvenes y algunas presencias de experimentados como José Luis Calderon y Federico Domínguez para llegar a este título que lo alcanza en su mejor momento.
La vida tiene esas vueltas, a un cuarto de siglo de sentir la felicidad de un título como jugador con la casaca del “Bicho”, es el hacedor hoy de este momento de felicidad para los hinchas del club de La Paternal.
La esencia no la perdió: el fútbol siempre será un divertimento como sus inolvidables “rabonas”.
Claudio Borghi escribió su propia historia en el fútbol argentino y mundial, de estrella poderosa a un brillo que se fuer apagando sin grandes éxitos pero que a pesar de ese tránsito dejó siempre un excelente recuerdo en cada club que vistió.
La figura de gacela de los ochenta mutó a un hombre con abdomen prominente y cara de buen tipo que un día decidió ser entrenador y sostener sus ideas futbolísticas de buen juego a rajatabla.
Descomprimió la presión de los partidos y les dio a sus equipos un sello de buen juego por encima del resultado y comprobó que por ese camino se logran grandes conquistas.
Y fue en Chile donde se convirtió en un gran ganador al dirigir al equipo más popular, Colo Colo con el cual ganó cuatro títulos consecutivos entre 2006 y 2007.
La mirada del fútbol argentino se puso en él y luego de varios intentos fue Independiente quien lo contrató para el Torneo Clausura 2008 donde no logró una discreta campaña y debió renunciar.
Sin escándalos, ni polémicas, volvió a su perfil bajo hasta que llegó la propuesta de Argentinos Juniors y no lo pensó dos veces.
En su casa, llegó en mayo de 2009, fue moldeando un equipo con chicos jóvenes y algunas presencias de experimentados como José Luis Calderon y Federico Domínguez para llegar a este título que lo alcanza en su mejor momento.
La vida tiene esas vueltas, a un cuarto de siglo de sentir la felicidad de un título como jugador con la casaca del “Bicho”, es el hacedor hoy de este momento de felicidad para los hinchas del club de La Paternal.
La esencia no la perdió: el fútbol siempre será un divertimento como sus inolvidables “rabonas”.