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River volvió a ganar con un gol de Diego Buonanotte
El "enano" marcó el gol con el cual el "millonario" derrotó a Vélez por 2-1 en el Monumental, en un partido de gran producción de los dirigidos por Angel Cappa
30 de abril de 2010
Los goles del ganador fueron marcados por Paulo Ferrari y Diego Buonanotte, mientras que para la visita anotó Ricardo Alvarez. El partido fue válido por la 17º fecha del torneo Clausura
Carlos Maglio fue el árbitro y no tuvo mayores inconvenientes a lo largo del encuentro.
Ambos equipos protagonizaron un primer tiempo vibrante que no finalizó con ventaja para los de Cappa por las dificultades de los delanteros millonarios, la buena actuación del arquero visitante, Germán Montoya y por el insólito y tempranero gol de los de Gareca.
Los locales comenzaron el partido con la convicción de llevarse por delante a Vélez y esa fue la tónica de casi toda la primera parte. Funes Mori no pudo concretar una clara chance al minuto de juego y, cuando nadie lo esperaba, Daniel Vega salió mal a interceptar un pase largo y el juvenil Alvarez puso el 1 a 0.
A partir de allí, el local multiplicó su presión sobre el rival, continuó creando situaciones de gol, pero sin pericia en la definición.
Con un marcador que no reflejaba lo que ocurría en el campo de juego, Ariel Ortega, inspirado amo y señor del ataque millonario, habilitó a Paulo Ferrari y el marcador de punta convirtió su cuarto gol en lo que va del torneo y puso las cosas en su lugar.
El segundo tiempo lo tuvo a River presionando pero ya sin tanta profundidad, hasta que a los 12, Vega se reivindicó y le tapó un mano a mano al ingresado Alvarez, quien, con su gambeta, complicó al fondo millonario.
Desde ese momento, Vélez emparejó decididamente el trámite de un partido que pasó a ser parejo y con pocas llegadas claras en los arcos.
Hasta allí, la paridad en el desarrollo hacía pensar que en cualquier momento uno de los dos podía conseguir la ventaja y así fue, porque a los 36, Diego Buonanotte recibió un centro cerca del punto de penal y fusiló a Montoya.
El jugador fue levantado en andas por sus compañeros en el festejo y de allí al final, todo fue tranquilidad para River, que se quedó con tres puntos que le sirven para levantar el ánimo y el nivel, de cara a la próxima temporada.
Carlos Maglio fue el árbitro y no tuvo mayores inconvenientes a lo largo del encuentro.
Ambos equipos protagonizaron un primer tiempo vibrante que no finalizó con ventaja para los de Cappa por las dificultades de los delanteros millonarios, la buena actuación del arquero visitante, Germán Montoya y por el insólito y tempranero gol de los de Gareca.
Los locales comenzaron el partido con la convicción de llevarse por delante a Vélez y esa fue la tónica de casi toda la primera parte. Funes Mori no pudo concretar una clara chance al minuto de juego y, cuando nadie lo esperaba, Daniel Vega salió mal a interceptar un pase largo y el juvenil Alvarez puso el 1 a 0.
A partir de allí, el local multiplicó su presión sobre el rival, continuó creando situaciones de gol, pero sin pericia en la definición.
Con un marcador que no reflejaba lo que ocurría en el campo de juego, Ariel Ortega, inspirado amo y señor del ataque millonario, habilitó a Paulo Ferrari y el marcador de punta convirtió su cuarto gol en lo que va del torneo y puso las cosas en su lugar.
El segundo tiempo lo tuvo a River presionando pero ya sin tanta profundidad, hasta que a los 12, Vega se reivindicó y le tapó un mano a mano al ingresado Alvarez, quien, con su gambeta, complicó al fondo millonario.
Desde ese momento, Vélez emparejó decididamente el trámite de un partido que pasó a ser parejo y con pocas llegadas claras en los arcos.
Hasta allí, la paridad en el desarrollo hacía pensar que en cualquier momento uno de los dos podía conseguir la ventaja y así fue, porque a los 36, Diego Buonanotte recibió un centro cerca del punto de penal y fusiló a Montoya.
El jugador fue levantado en andas por sus compañeros en el festejo y de allí al final, todo fue tranquilidad para River, que se quedó con tres puntos que le sirven para levantar el ánimo y el nivel, de cara a la próxima temporada.