El papa Benedicto XVI exhortó a los sacerdotes a vivir de manera coherente con el sacramento recibido y resaltó el trabajo realizado "por tantos" sacerdotes que se entregan "con generosidad" por Dios y por los fieles.

El Pontífice lo dijo ante varios miles de fieles que asistieron en la plaza de San Pedro a la audiencia pública de los miércoles, en la que resaltó las figuras de dos santos fundadores italianos, Leonardo Murialdo y Juan Benito Cottolengo, que dedicaron sus vidas a los pobres, enfermos y los más necesitados.

El Obispo de Roma los puso como ejemplo y dijo que la vocación sacerdotal se tiene que vivir como un don gratuito de la misericordia de Dios, "con sentido de reconocimiento, alegría y amor".

El Papa agregó que el sacerdote debe continuar la gran obra de Jesucristo, "la de salvar las almas" y tiene "la responsabilidad de vivir de manera coherente con el sacramento recibido".

Benedicto XVI, animó a los sacerdotes -que este año celebran el Año del Sacerdocio y han sido llamados al Vaticano para la clausura, el próximo 11 de junio- a afrontar las dificultades con la serenidad del espíritu y a entregar sus vidas a los demás, especialmente a los más pobres y necesitados.

"Que el ejemplo de los dos santos ilumine el ministerio de tantos sacerdotes que se entregan con generosidad a Dios y a los fieles", agregó el Papa.

Benedicto XVI pidió también durante la audiencia, en español, a los fieles españoles y latinoamericanos que recen para que los sacerdotes se entreguen "con alegría y fidelidad" a la misión "que se les ha confiado".