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Estudiantes venció a River y es único líder
Con un gol en contra de Quiroga, el "Pincha" venció a los "millonarios" en un entretenido partido que están disputando en el sur bonaerense. Ahora es único puntero
24 de abril de 2010
El conjunto dirigido por Alejandro Sabella se impuso 1 a 0 con gol de Facundo Quiroga, en contra, a los 20 minutos del primer tiempo. Con este resultado, Estudiantes volvió a lo más alto del torneo Clausura. El equipo de Núñez terminó con nueve jugadores por las expulsiones de Villalva y Cabral en la cancha de Quilmes.
Los primeros minutos del partido fueron parejos e intensos y ambos intentaron imponer condiciones acercándose sin demasiado peligro a las áreas.
A los once, los jugadores de Estudiantes reclamaron tibiamente un supuesto penal contra Enzo Pérez, que fue ignorado por el árbitro Pitana, inmediatamente después Mauro Díaz se animó a probar desde media distancia, pero el remate se fue muy desviado.
El primer cuarto de hora del partido se caracterizó por la presión, las imprecisiones y la tensión propia de un duelo de uno de los líderes del campeonato y otro que intenta recuperar su identidad perdida.
A los 16, River tuvo la más clara cuando remató de derecha cruzado y bajo al arco defendido por Orión. El remate pasó apenas afuera.
A partir de allí, el equipo de Cappa comenzó a tomar confianza y a tener las aproximaciones más claras sobre el campo rival, sin aún conseguir la profundidad necesaria para abrir el marcador.
Sin embargo, a los 20 Pérez volvió a incursionar sobre el sector derecho, lanzó un centro bajo que fue desviado por Facundo Quiroga, quien introdujo la pelota en su propio arco. Uno a cero y volver a empezar para los de Núñez.
A partir de ese momento, el equipo de Sabella fue quien pasó a dominar el partido, a tal punto que Desábato contó con dos claras oportunidades a los 24 y 34.
Apenas dos minutos después, Gastón Fernández mandó a la red una espectacular tijera y lo que era el dos a cero, terminó siendo una jugada más, ya que, a instancias del juez de línea, Pitana anuló el tanto.
A los 3 de la segunda etapa, Ortega pisó a Desábato, quien quedó lesionado. Pitana ni siquiera amonestó al delantero de River, quien mereció ser expulsado. En el final de la primera etapa habían tenido un duro cruce verbal.
Cerca de los diez, el equipo de Cappa tuvo la primera chance de igualar el marcador, cuando Villagra desvió un remate, luego de una buena jugada de Ortega.
Cinco minutos después, el recién ingresado Benítez probó con uno de sus recursos favoritos: el remate de media distancia. Pero su disparo se fue desviado
A partir de allí, el dominio de Estudiantes fue casi absoluto, ya que los dirigidos por Sabella, incluso sin José Sosa en cancha (se retiró con una molestia), dominó pelota y territorio sin mayores complicaciones.
River, por su parte, volvió a la timidez que lo caracterizó durante todo el campeonato, sin reacción después del gol y llamativas dificultades para crear situaciones claras de gol.
En el local, una vez más Braña y Verón fueron los dueños indiscutidos del medio campo, lo que le facilitó el trabajo al resto del equipo.
Como si esto fuera poco, River terminó con dos menos por las ingenuas expulsiones del “Keko” Villalva
Las notas de color pasaron por los constantes cruces verbales, y a veces físicos, entre Desábato y Ortega y el gesto de Alejandro Sabella, quien se acercó a saludar a Diego Buonanotte, segundos antes de que el jugador ingresara en el segundo tiempo.
Luego de un partido ríspido y no tan bien jugado, el equipo platense se aseguró seguir en la pelea por el título hasta el final del certamen.
Los primeros minutos del partido fueron parejos e intensos y ambos intentaron imponer condiciones acercándose sin demasiado peligro a las áreas.
A los once, los jugadores de Estudiantes reclamaron tibiamente un supuesto penal contra Enzo Pérez, que fue ignorado por el árbitro Pitana, inmediatamente después Mauro Díaz se animó a probar desde media distancia, pero el remate se fue muy desviado.
El primer cuarto de hora del partido se caracterizó por la presión, las imprecisiones y la tensión propia de un duelo de uno de los líderes del campeonato y otro que intenta recuperar su identidad perdida.
A los 16, River tuvo la más clara cuando remató de derecha cruzado y bajo al arco defendido por Orión. El remate pasó apenas afuera.
A partir de allí, el equipo de Cappa comenzó a tomar confianza y a tener las aproximaciones más claras sobre el campo rival, sin aún conseguir la profundidad necesaria para abrir el marcador.
Sin embargo, a los 20 Pérez volvió a incursionar sobre el sector derecho, lanzó un centro bajo que fue desviado por Facundo Quiroga, quien introdujo la pelota en su propio arco. Uno a cero y volver a empezar para los de Núñez.
A partir de ese momento, el equipo de Sabella fue quien pasó a dominar el partido, a tal punto que Desábato contó con dos claras oportunidades a los 24 y 34.
Apenas dos minutos después, Gastón Fernández mandó a la red una espectacular tijera y lo que era el dos a cero, terminó siendo una jugada más, ya que, a instancias del juez de línea, Pitana anuló el tanto.
A los 3 de la segunda etapa, Ortega pisó a Desábato, quien quedó lesionado. Pitana ni siquiera amonestó al delantero de River, quien mereció ser expulsado. En el final de la primera etapa habían tenido un duro cruce verbal.
Cerca de los diez, el equipo de Cappa tuvo la primera chance de igualar el marcador, cuando Villagra desvió un remate, luego de una buena jugada de Ortega.
Cinco minutos después, el recién ingresado Benítez probó con uno de sus recursos favoritos: el remate de media distancia. Pero su disparo se fue desviado
A partir de allí, el dominio de Estudiantes fue casi absoluto, ya que los dirigidos por Sabella, incluso sin José Sosa en cancha (se retiró con una molestia), dominó pelota y territorio sin mayores complicaciones.
River, por su parte, volvió a la timidez que lo caracterizó durante todo el campeonato, sin reacción después del gol y llamativas dificultades para crear situaciones claras de gol.
En el local, una vez más Braña y Verón fueron los dueños indiscutidos del medio campo, lo que le facilitó el trabajo al resto del equipo.
Como si esto fuera poco, River terminó con dos menos por las ingenuas expulsiones del “Keko” Villalva
Las notas de color pasaron por los constantes cruces verbales, y a veces físicos, entre Desábato y Ortega y el gesto de Alejandro Sabella, quien se acercó a saludar a Diego Buonanotte, segundos antes de que el jugador ingresara en el segundo tiempo.
Luego de un partido ríspido y no tan bien jugado, el equipo platense se aseguró seguir en la pelea por el título hasta el final del certamen.