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Terminó sin luces el Coloquio de IDEA
Sin la presencia de funcionarios del Gobierno y con pocas críticas contundentes, los empresarios cerraron su tradicional encuentro anual en Mar del Plata
3 de noviembre de 2006
Por Ana Vainman, enviada especial a Mar del Plata
IDEA cerró este viernes su 42 encuentro anual, un coloquio deslucido y poco jugado, en el que los empresarios no quisieron hacer críticas directas a la política económica del gobierno de Néstor Kirchner, pero tampoco esbozaron elogios tales que permitieran que Poder Ejecutivo habilitara a los funcionarios invitados a asistir.
Sin presencias de primera o segunda línea, el Gobierno fue el gran ausente de este encuentro empresario, al que considera un foco opositor.
En estos últimos tres días hubo poco brillo, pocas figuras y pocas discusiones política y económicamente jugosas.
En contraposición, el año pasado Roberto Lavagna hizo su última aparición pública como ministro de Economía durante el transcurso del 41 Coloquio, lo que convirtió al encuentro en un suceso. Es más, circuló la versión de que su presencia en Mar del Plata fue la gota que rebalsó el vaso de la paciencia de Kirchner, acérrimo enemigo del tradicional encuentro empresario.
Pero este año, no hubo ni intrigas, ni rumores, ni funcionarios importantes. La excepción, la dio el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, quien aprovechó la cena inaugural del Coloquio para tranquilizar a los bonaerenses asegurando que no persigue la reelección indefinida.
Tampoco hubo críticas contundentes por parte de los empresarios. Por el contrario, se mostraron optimistas sobre el rumbo de la economía. La gran mayoría opinó que el escenario económico se mantendrá estable durante el próximo semestre, aún cuando se trate de un año electoral.
Sí manifestaron una preocupación por la cuestión energética e inquietud por el control de precios, pero suavizaron la postura opositora. En ese sentido, los directivos de la entidad se preocuparon en aclarar que IDEA no tiene voceros, sino que aúna a empresarios de diversa procedencia y opinión, pero al mismo tiempo cuestionaron a los socios que aprovechan el encuentro para “darse el gustito” de criticar al Gobierno ante los micrófonos.
IDEA cerró este viernes su 42 encuentro anual, un coloquio deslucido y poco jugado, en el que los empresarios no quisieron hacer críticas directas a la política económica del gobierno de Néstor Kirchner, pero tampoco esbozaron elogios tales que permitieran que Poder Ejecutivo habilitara a los funcionarios invitados a asistir.
Sin presencias de primera o segunda línea, el Gobierno fue el gran ausente de este encuentro empresario, al que considera un foco opositor.
En estos últimos tres días hubo poco brillo, pocas figuras y pocas discusiones política y económicamente jugosas.
En contraposición, el año pasado Roberto Lavagna hizo su última aparición pública como ministro de Economía durante el transcurso del 41 Coloquio, lo que convirtió al encuentro en un suceso. Es más, circuló la versión de que su presencia en Mar del Plata fue la gota que rebalsó el vaso de la paciencia de Kirchner, acérrimo enemigo del tradicional encuentro empresario.
Pero este año, no hubo ni intrigas, ni rumores, ni funcionarios importantes. La excepción, la dio el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, quien aprovechó la cena inaugural del Coloquio para tranquilizar a los bonaerenses asegurando que no persigue la reelección indefinida.
Tampoco hubo críticas contundentes por parte de los empresarios. Por el contrario, se mostraron optimistas sobre el rumbo de la economía. La gran mayoría opinó que el escenario económico se mantendrá estable durante el próximo semestre, aún cuando se trate de un año electoral.
Sí manifestaron una preocupación por la cuestión energética e inquietud por el control de precios, pero suavizaron la postura opositora. En ese sentido, los directivos de la entidad se preocuparon en aclarar que IDEA no tiene voceros, sino que aúna a empresarios de diversa procedencia y opinión, pero al mismo tiempo cuestionaron a los socios que aprovechan el encuentro para “darse el gustito” de criticar al Gobierno ante los micrófonos.