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El fin de una era: hace 40 años Los Beatles decían adiós
El 10 de abril de 1970 Paul McCartney daba a conocer un comunicado en el que anunciaba la disolución de la banda. Fue el fin del sueño de una generación y el nacimiento de un mito
10 de abril de 2010
El 10 de abril de 1970 una noticia presentida y temida por igual se hizo realidad en calidad de escrito. Como dijera John Lennon poco después, el sueño había concluido. Los hacedores de ese milagro musical llamado Los Beatles seguirían por caminos separados.
En realidad, las cosas no andaban bien en el grupo desde un tiempo antes. Para cuando concluyó la grabación del álbum Abbey Road, lanzado en septiembre de 1969, los cuatro de Liverpool navegaban en balsas individuales, pero ninguno se atrevía a dar la mala noticia al mundo.
El comunicado que se toma como principio del fin (mejor sería decir sello de la agonía) era un cuestionario que acompañaba al primer álbum solista de Paul McCartney, que quería evitar entrevistas en las que se indagara en el espinoso asunto.
"¿Puede decirse que The Beatles se han separado?", era una de las preguntas a la que seguía la respuesta categórica: "Sí. No volveremos a tocar juntos´".
El escrito hizo visible una ruptura a la que los otros miembros de la banda habían ya suscripto. Incluso, se cuenta que John Lennon llegó a pedir a gritos el divorcio durante una reunión de trabajo.
"Necesitábamos más espacio vital y The Beatles se habían convertido en un espacio reducido", opinó Harrison en la autobiografía del grupo.
Hoy, 40 años después, la gente sigue hablando de ellos. Es que, para citar de nuevo a Lennon, la separación de una banda no es el fin del mundo. Para regresar a ella, siempre estarán sus discos.
Unos meses antes, el 30 de enero de 1969, había tenido lugar la última presentación en vivo de la inmortal banda. Fue en el número 3 de Savile Row, al oeste de Londres. Allí funcionaba Apple Records, el sello creado por el grupo.
Aquella tarde fría y gris, más acorde a un tango que otra cosa, los Beatles tocaron cinco canciones: "Get back", "Dont let me down", "I´ve got a feeling ", "One after 909" y "Dig a pony". La idea del inusual recital formaba parte del proyecto de grabación del disco Let it be (1970).
Antes de que la policía, convocada a raíz de las quejas de algunos vecinos, pusiera fin a la fiesta, desde la calle y terrazas adyacentes una multitud se rindió en al regalo que los Fabulosos Cuatro ofrecían sin pedir nada a cambio
En realidad, las cosas no andaban bien en el grupo desde un tiempo antes. Para cuando concluyó la grabación del álbum Abbey Road, lanzado en septiembre de 1969, los cuatro de Liverpool navegaban en balsas individuales, pero ninguno se atrevía a dar la mala noticia al mundo.
El comunicado que se toma como principio del fin (mejor sería decir sello de la agonía) era un cuestionario que acompañaba al primer álbum solista de Paul McCartney, que quería evitar entrevistas en las que se indagara en el espinoso asunto.
"¿Puede decirse que The Beatles se han separado?", era una de las preguntas a la que seguía la respuesta categórica: "Sí. No volveremos a tocar juntos´".
El escrito hizo visible una ruptura a la que los otros miembros de la banda habían ya suscripto. Incluso, se cuenta que John Lennon llegó a pedir a gritos el divorcio durante una reunión de trabajo.
"Necesitábamos más espacio vital y The Beatles se habían convertido en un espacio reducido", opinó Harrison en la autobiografía del grupo.
Hoy, 40 años después, la gente sigue hablando de ellos. Es que, para citar de nuevo a Lennon, la separación de una banda no es el fin del mundo. Para regresar a ella, siempre estarán sus discos.
Unos meses antes, el 30 de enero de 1969, había tenido lugar la última presentación en vivo de la inmortal banda. Fue en el número 3 de Savile Row, al oeste de Londres. Allí funcionaba Apple Records, el sello creado por el grupo.
Aquella tarde fría y gris, más acorde a un tango que otra cosa, los Beatles tocaron cinco canciones: "Get back", "Dont let me down", "I´ve got a feeling ", "One after 909" y "Dig a pony". La idea del inusual recital formaba parte del proyecto de grabación del disco Let it be (1970).
Antes de que la policía, convocada a raíz de las quejas de algunos vecinos, pusiera fin a la fiesta, desde la calle y terrazas adyacentes una multitud se rindió en al regalo que los Fabulosos Cuatro ofrecían sin pedir nada a cambio