"Toda historia necesita un villano, y todos decidieron que sea yo", se lamentó Simon Monjack en una entrevista publicada en el portal de espectáculos The Daily Beast. Tras la muerte de Brittany Murphy todos los ojos se posaron sobre este guionista, antes desconocido, porque saltó a la luz que se habría visto involucrado en estafas y que utilizaba la fama de su mujer para concretar proyectos propios.

Dos semanas antes de su inesperada muerte, la actriz había sido desplazada del elenco de Happy feet 2, por razones poco claras.

Si bien la policía no determinó las causas del fallecimiento, Monjack y la madre de Brittany están convencidos de que se debió a un ataque al corazón por el stress que le provocó que Warner Brothers cancele su participación en la secuela de la película animada para cuya primera parte ya había prestado su voz.

"Ellos la mataron. Estaba destruida", aseguró Monjack a la prensa. "Yo soy fuerte y voy a juicio cuando alguien me hace algo malo".

Monjack añadió en la entrevista que su mujer perdió varias ofertas de trabajo debido a los rumores de que era drogadicta.

"En todo el tiempo en que la he conocido nunca, y repito, nunca tomó drogas. No aspiró una sola línea de cocaína, ni dio una calada a un porro, nada. Ella era antidrogas, por lo que no hay drogas involucradas en su muerte. Esos rumores la hicieron perder papeles, estoy seguro", declaró el guionista, que se casó con la actriz en 2007.

"Lo único que ella quería era hacer películas; estaba esperando el papel que resucitaría su carrera, esperando esa llamada. Pero en Hollywood las chicas como Brittany son desechables porque siempre salen caras nuevas", concluyó.