En 2009, según datos de la Procuración General de la Nación, hubo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 22.476 robos con armas, entre las que se cuentan desde blancas hasta de fuego, lo que da un promedio de 66 delitos diarios de este tipo.

El año pasado, en el fuero de Instrucción se abrieron el año pasado 18.354 expedientes bajo la carátula de "robo agravado por uso de armas", de los cuales 17.969 no tuvieron un autor identificado y 385 sí lo tuvieron, mientras que poco más del 1% terminaron en condenas (216), indicó Diario Popular.

Mientras tanto, en las fiscalías de Circuito hubo 3.844 causas con autor desconocido y 70 con delincuente identificado, en el fuero Correccional hubo siete y en el de Menores hubo 189, con 59 autores desconocidos y 139 desconocidos.

Consultado sobre qué hacer en estos casos, el experto en artes marciales Néstor Fortunato recomendó no reaccionar con miedo ni con agresividad, sino tratar de dialogar con el delincuentes, entregar lo que pide y hacer lo que ordene para evitar una tragedia.

"Hay que bajar la voz, con frases cortas y precisas. Puede parecer políticamente incorrecto, pero es el único modo de evitar una desgracia. Muchos delincuentes salen a robar después de tomar drogas que los alteran, por lo que no tiene el control de sus actos. De ese modo, cualquier reacción de la víctima, por mínima que sea, puede ser considerada como una agresión. Entonces, actúa defensivamente, y es en ese preciso momento donde se puede producir un error fatal", explicó a Popular.