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Metallica hizo sentir su potencia descomunal ante 60 mil almas
En el 2003 había suspendido su gira por la Argentina, pero esta vez su fanáticos pudieron vibrar en la presentación del último álbum de la banda heavy norteamericana
22 de enero de 2010
Esta vez sí. El público debió esperar casi siete años, pero finalmente el grupo estadounidense Metallica, liderado por el baterista danés Lars Ulrich junto al cantante y guitarrista James Hetfield, aterrizó por tercera vez en el país (antes fue en 1993 y 1999) derribando todos los prejuicios del "agotamiento físico y mental" que en 2003 los hizo esquivar suelo argentino.
En un show calificado por la crítica como "demoledor", presentaron su último disco Death Magnetic, editado en 2008, que significó una vuelta a las raíces musicales del grupo.
El grupo, que se completa con el eximio guitarrista Kirk Hammett y el bajista Robert Trujillo, justificó en River por qué son la banda de metal más convocante del planeta y sus más de 100 millones de discos vendidos en todo el mundo.
Desde temprano las huestes metaleras se agolparon en Núñez para revivir clásicos inoxidables del grupo como el coreadísimo Seek And Destroy del disco Kill´Em All, la bélica One (con detonaciones mediante) de la placa ...And Justice For All, Master of Puppets, nombre de su tercer disco, o la festejada Enter Sandman del controvertido álbum negro de 1991.
De esa placa no faltó Nothing Else Matters que reinventó al grupo y sumó miles de fans, no tan metaleros.
Esto significó el rechazo de sus fans más ortodoxos.
Ayer el show lo abrió Horcas, uno de los baluartes de la escena local, y luego tocó León Gieco junto al grupo D-Mente.
Metallica repetirá este viernes ante un estadio de River totalmente vendido y el domingo la cereza del postre: se presentarán en el Orfeo de Córdoba ante 10.000 privilegiados fans que agotaron las entradas en media hora.
En un show calificado por la crítica como "demoledor", presentaron su último disco Death Magnetic, editado en 2008, que significó una vuelta a las raíces musicales del grupo.
El grupo, que se completa con el eximio guitarrista Kirk Hammett y el bajista Robert Trujillo, justificó en River por qué son la banda de metal más convocante del planeta y sus más de 100 millones de discos vendidos en todo el mundo.
Desde temprano las huestes metaleras se agolparon en Núñez para revivir clásicos inoxidables del grupo como el coreadísimo Seek And Destroy del disco Kill´Em All, la bélica One (con detonaciones mediante) de la placa ...And Justice For All, Master of Puppets, nombre de su tercer disco, o la festejada Enter Sandman del controvertido álbum negro de 1991.
De esa placa no faltó Nothing Else Matters que reinventó al grupo y sumó miles de fans, no tan metaleros.
Esto significó el rechazo de sus fans más ortodoxos.
Ayer el show lo abrió Horcas, uno de los baluartes de la escena local, y luego tocó León Gieco junto al grupo D-Mente.
Metallica repetirá este viernes ante un estadio de River totalmente vendido y el domingo la cereza del postre: se presentarán en el Orfeo de Córdoba ante 10.000 privilegiados fans que agotaron las entradas en media hora.